Twitter se ha llenado de niños sabiondos de 3 años

El meme parodia a los padres que exhiben las ocurrencias profundas de sus hijos

Últimamente, Twitter está lleno de niños increíblemente inteligentes y cultivados. O eso parece.

En estos tuits se parodian las historias supuestamente reales que otros cuentan sobre sus hijos. En estos casos, los niños se muestran sabios y profundos respecto a temas tan variados como la mayoría absoluta del PP en Galicia y el aborto, por poner dos ejemplos recientes.

El hecho de que se parodien los tuits con estas historias no quiere decir, ni mucho menos, que se trate de anécdotas falsas. Pero en Twitter, cualquier sospecha de exageración ya se responde al grito de “INVENT” (siempre escrito en mayúsculas), expresión que muchos usan para acusar al tuitero de haberse inventado su mensaje con el único objetivo de lograr cierta repercusión.

De hecho, en ocasiones se toma la broma como real, en un nuevo ejemplo de la ley de Poe, según la cual es difícil distinguir una postura extrema de su parodia. Es más, incluso estas respuestas clamando INVENT a veces son también parodias, en una nueva muestra de la ambivalencia de internet.

Esta moda de parodiar niños repelentes no es tan nueva como puede parecer. Según recoge Know Your Meme, enciclopedia de memes, el primer ejemplo se remonta al menos a 2014, en un tuit del analista político Sean McElwee que decía que su hija de dos años le había preguntado: “Papá, ¿cuándo despreciará la clase obrera su falsa conciencia y se hará con los medios de producción?”. 

Tal y como explicó el propio McElwee en The Washington Post, en esta parodia el niño es “supermarxista y profundo, y ve sus interacciones con sus hermanos y con el mundo entretejidas con las ideas políticas de Marx”. Esos rasgos se suelen conservar en la versión actual del meme, en la que el hijo (o a veces sobrino) muestra ideas políticas muy progresistas, además de profundos conocimientos científicos.

En Estados Unidos, el formato se extendió sobre todo en marzo de 2016, cuando muchos tuiteros parodiaron varios tuits, estos serios, sobre niños que tenían las ideas clarísimas respecto a Trump. En especial, este del columnista de Esquire Stephen Marche: “Mi hija de 4 años, al ver una foto de Donald Trump, me pregunta: ‘¿Por qué este hombre está tan enfadado, papá’. ‘No lo sé, cariño, no lo sé’”. No importó que Marche jurara que la historia era cierta. Twitter había decretado que era un INVENT y así iba a quedar.

En España hay un antecedente muy claro: el 5 de enero de 2016 la exdiputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo tuiteó que no le perdonaría jamás a la alcaldesa de Madrid Manuela Carmena que su hija le dijera que el traje del rey no era “de verdad”.

Quien no perdona jamás son los tuiteros.