Desde este fin de semana, los usuarios que viajen por la línea 7 del Metro de la Ciudad de México ya pueden hacer uso de la red Wi-Fi gratuita que se ofrece en los andenes de las 14 estaciones que la conforman.
La empresa encargada de proveer el servicio es la estadounidense AT&T, la cual dará conectividad a más de 350.000 usuarios que diariamente recorren esta línea. Según información de la compañía, este proyecto es el primero para dotar de servicio de Internet gratuito en las doce líneas que conforman la red del Servicio de Transporte Colectivo Metro en la capital mexicana, en los siguientes tres años.
En Verne probamos la calidad del servicio del Wi-Fi gratuito y lo comparamos con otros servicios de banda ancha fija disponibles en la Ciudad de México. Para conectarnos, usamos un iPhone con el servicio de datos celulares desactivado. Es importante destacar que el servicio únicamente está disponible en los andenes, por lo que no hay posibilidad de conexión en los vagones, ni en los pasillos o en ningún otro punto de la estación.
Al conectarnos a la red “CDMX METRO WIFI”, un mensaje invita a que inicies sesión, ya sea haciendo uso de tus cuentas de Facebook o Twitter o contestando un cuestionario, opción que pide que brindes tu nombre, un correo electrónico, número de teléfono y sexo.
Posteriormente, medimos la velocidad de la red con la aplicación Speedtest para dispositivos móviles. La red del Metro registró una velocidad de descarga de 67,65 Megabites por segundo (Mbps) y una velocidad de carga de 93,57 Mbps, lo cual resulta ser una velocidad muy rápida.
Según el Índice de Velocidad de Internet en México elaborado por Netflix, las redes domésticas del país no superan los 3,81 Mbps en descarga, mientras que en redes empresariales o de oficinas el promedio es de 19,60 Mbps, de acuerdo a la consultora especializada Mediatelecom. Poco antes de realizar esta medición acudimos a la red pública de una cafetería de Starbucks ubicada cerca del metro Auditorio, que registró una velocidad de descarga de 44,51 Mbps y de 19,28 de carga.
Antes de que llegara el tren a la estación, navegamos por varias redes sociales como Twitter, Facebook, WhatsApp e Instagram sin registrar ningún inconveniente. Sin embargo, cuando abordamos el tren, experimentamos problemas al enviar mensajes entre estaciones.
Bajamos en la estación Mixcoac y cambiamos la dirección para regresar nuevamente a la zona centro y norte de la ciudad. En esa estación hicimos una prueba de transmisión en Facebook Live para probar la velocidad de transmisión en tiempo real. Nuevamente, presentamos problemas entre estaciones y al final, tuvimos que finalizar la transmisión de improviso e intentar conectarnos de nuevo, aunque fue un poco complicado.
Una vez que reanudamos la conexión, fue un poco más sencillo, aunque también experimentamos problemas para visualizar un capítulo de una serie en la plataforma de Netflix, sobre todo al principio, pues era difícil que cargara y posteriormente, que lo hiciera con una calidad de video óptima.
Minutos más tarde, pudimos cargar con éxito un episodio completo y viajar por las 14 estaciones de la línea mientras mirábamos una serie. El trayecto lo realizamos entre la una y las dos y media de la tarde, horarios donde el flujo de personas no va a su máxima capacidad y es tranquilo.
Seguridad de la red
Armando Becerra, experto en temas de seguridad, explica que ninguna red pública es 100% segura, pero las condiciones de seguridad son distintas para una conexión como la del Metro. “El Metro no la opera, sino AT&T y es distinta en materia de seguridad a lo que se puede ver en un café o restaurante que tiene su propio Wi-Fi para sus comensales”, dice a Verne, vía telefónica.
De acuerdo con El Universal, esta red ya fue víctima de un intento de ataque cibernético, aunque sin éxito. Becerra indica que los protocolos de seguridad que sigue una conexión de estas características la hacen menos vulnerable a un atacante. "No es tan sencillo hacer un escaneo o violar los protocolos", comenta.
Sin embargo, los usuarios que quieren conectarse a la red del metro pueden ser objeto de robo de datos por un atacante o ser infectados con malware. “Aunque una persona sienta que su información no es tan importante, nadie se sentiría a gusto sabiendo que sus fotos y videos pueden caer en otras manos, o datos de una transacción bancaria”, comenta Becerra.
El experto en ciberseguridad añade que una de las técnicas que usan los atacantes en redes públicas es poner un nombre igual o muy similar a las redes, para que quienes se conecten caigan en la trampa. En ese sentido, Becerra dio tres consejos para hacer uso de la red Wi-Fi del metro y otras de tipo público y no ser víctima de ataques o robo de información.
1. En los dispositivos celulares o laptops o tabletas hay que evitar que se conecten de manera automática. Esto se puede hacer desde las configuraciones de cada dispositivo.
2. Cuando terminemos de utilizar la red hay que verificar que estamos totalmente desconectados, de preferencia apagando por completo el Wi-Fi de nuestro dispositivo.
3. Verificar cuál es el nombre de la red a la que nos queremos conectar, ya que algunas pueden tener números o parecer auténticas, pero se trata de un engaño.