“Prohibir las carriolas en el Metro de la Ciudad de México atenta contra la equidad”

Dos expertas en transporte público y movilidad urbana critican la medida que el sistema suburbano considera de seguridad

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Lucía Mejía se dedica a diseñar políticas de transporte para la Unión Europea en un centro de investigación en Karlsruhe (Alemania). Además, es madre de dos niños pequeños, con quienes muchas veces tiene que transportarse sola por la ciudad. Cuando eso sucede, al bebé lo carga en una cangurera y al mayor lo empuja en una carriola. Las cosas se complican cuando esta ingeniera civil visita su natal Ciudad de México y quiere viajar con sus hijos en el Metro.

Según Mejía, en cada estación se encuentra con un nuevo impedimento para entrar con la carriola al sistema de transporte suburbano. Tanto los guardias de seguridad como los jefes de estación citan el reglamento y argumentan que el vehículo puede causar accidentes. En la mayoría de los casos, asegura la ingeniera, dicen que no pueden abrir la puerta para discapacitados "porque el bebé no lo es". La opción que ofrecen es bajar al niño, doblar el cochecito y llevar a ambos en brazos durante el traslado. Cuando Mejía viaja con sus dos hijos, esto resulta imposible si no va acompañada de otro adulto.

Lucía Mejía

Como madre e investigadora de movilidad y transporte, Mejía considera que la medida del Metro atenta contra la equidad: “Especialmente de género, ya que las mujeres en México se encargan más de las labores del hogar que los hombres”, dijo a Verne vía telefónica. “Evidentemente la gente con hijos preferirá hacer uso de otro modo de transporte y en muchos casos menos sostenible, como el coche”. Quienes no tienen un auto ni pueden pagar el transporte privado verán reducidas sus opciones de movilidad, añadió.

Una representante del Metro de la Ciudad de México, Diana Fernández, confirmó a Verne que las carriolas no están permitidas en el transporte suburbano por razones de seguridad. El reglamento no lo hace explícito, pero la funcionaria indicó que el Manual del usuario contempla a las carriolas como “bultos voluminosos”, los cuales están prohibidos.

La petición que hacen los guardias de seguridad de doblar la carriola y cargar el bebé, dijo Fernández, tiene el objetivo de evitar accidentes. “Un objeto que trae llantas no puede estar sobre el andén, porque puede caer a las vías y es muy peligroso”, dijo. Otro elemento de riesgo, consideró la funcionaria, es la manipulación de los coches de bebés en las escaleras eléctricas. De 195 estaciones que son parte de la red de metro, solo 55 cuentan con elevadores.

Según Lucía Mejía, cuando ha intentado subir o bajar en ascensor con la carriola, los guardias le han dicho que estos son exclusivos para personas con discapacidad. El mismo argumento se utiliza para no abrir las puertas de ingreso y forzar al pasajero a atravesar el torniquete con todo y coche para bebé.

Esto lo confirman otros testimonios que los usuarios han dejado en las redes. Una periodista española escribió sobre el problema en su blog La Güera en México; una mujer registró en video el momento en que dos policías le impiden la entrada al metro con carriola; otro denunció que un guardia se negó abrirle las puertas a él y a su bebé diciendo que “el gobierno no les manda hacer familia”.

En opinión de Mejía, el argumento de los accidentes no es suficiente para impedir que las madres como ella utilicen el Metro. "También puede haber accidentes con bicicletas [permitidas los domingos y días festivos] y con la gente que se tira a las vías, pero no por eso les vas a prohibir la entrada", afirmó.

Dana Corres, coordinadora general de la organización Liga Peatonal, recordó que la Ley de Movilidad del Distrito Federal considera como personas con movilidad limitada a los “niños” y a los “adultos que transitan con niños pequeños”. En el mismo grupo se encuentran las mujeres embarazadas, los adultos mayores y las personas con discapacidad. Todos ellos, subrayó, deberían poder desplazarse por la ciudad de la misma forma que el resto de las personas. En este sentido, prohibir las carriolas en el Metro es “una medida discriminatoria”.

Las carriolas en otros metros del mundo

Lucía Mejía asegura que el metro de la Ciudad de México es el primero que ella conoce donde no está permitido llevar carriolas con niños. Si se revisan los reglamentos de los sistemas suburbanos en otras capitales del mundo -como Washington, Madrid o París- se encontrará que en todos ellos están permitidas, pues se considera a los adultos con niños como personas como movilidad limitada. 

La Declaración de Ministros de Transporte del G7, reunidos en Italia en junio pasado, señala la necesidad de la equidad en las políticas de transporte y su importancia para la inclusión social. "Reconocemos que la infraestructura en transporte puede contribuir al bienestar de la sociedad. Facilita el acceso a los servicios de salud y educación y a las oportunidades de empleo", se lee en el documento. "También enriquece los intercambios personales, permite una mejor integración de las personas, culturas e ideas, promueve el acceso igualitario y reduce el riesgo de exclusión de sus beneficios a segmentos de la población".

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