La noticia de la muerte de Umberto Eco llegó a las portadas de los periódicos de todo el mundo. Pero de hace dos años. Sin embargo, son muchos quienes están compartiendo en Twitter y Facebook la noticia de la muerte del escritor como si acabara de suceder. De hecho, la pieza sobre su fallecimiento, publicada en EL PAÍS en 2016, fue la tercera que recibió más visitas procedentes de redes sociales durante este miércoles 28 de febrero de 2018, con casi 40.000. Y este jueves seguían entrando los lectores.
Se trata de lo que la periodista Delia Rodríguez bautizó como el efecto Lázaro: las noticias que resucitan años más tarde y se leen casi tanto como si se acabaran de publicar. Y eso sin que los diarios las compartan de nuevo, como hacen a menudo tanto EL PAÍS como Verne con la etiqueta #hemeroteca, para evitar confusiones.
En este caso, sí podemos identificar la probable causa del efecto Lázaro. El 20 de febrero fue el segundo aniversario de la muerte de Eco, y muchísimos medios recordaron la fecha recuperando artículos sobre el escritor. Es fácil que muchos de estos enlaces se siguieran compartiendo sin el contexto original y sin fijarse en la fecha de publicación.
Pero no siempre es fácil saber por qué vuelven estos artículos. Por ejemplo, en octubre de 2015 y en noviembre de 2016 la noticia de la muerte de Miliki apareció entre las más leídas del diario, a pesar de que había fallecido en 2012. El origen de estas visitas era, sobre todo, Facebook, y resultaba difícil saber si la causa era un despiste, una broma o solo una publicación nostálgica que se malinterpretó en algún momento. Otro ejemplo es el de la noticia de la dimisión de Esperanza Aguirre, publicada en 2012, pero popularizada de nuevo en 2015 ante rumores de que podía abandonar la política.
Como explicaba Rodríguez en el artículo citado, en la posibilidad de que una noticia vuelva a difundirse de este modo influye “la intensidad y el tipo de emoción” que provoca en el lector. Los artículos que más se comparten tienen un alto contenido emotivo, ya sea positivo (la sorpresa y la utilidad) como negativo (la rabia y la indignación). Y hay historias capaces de provocar la misma emoción durante años. Además de esto, hay un factor más prosaico: cuando se comparte una noticia, la fecha de publicación del artículo no se ve en redes.
En todo caso, no es extraño que esto ocurra con el fallecimiento de gente querida y respetada, como Umberto Eco y de Miliki. Miliki forma parte de los recuerdos más entrañables de nuestra infancia, por ejemplo. En el caso de Umberto Eco, puede haber influido el hecho de que en redes a menudo queremos mostrar nuestra mejor cara. Y en este caso es posible que hayamos querido presentarnos como alguien interesado por la cultura y, por tanto, por la obra de este autor italiano.
Cuando sintamos esta tentación, no está de más recordar lo que decía Eco sobre las redes sociales, que en su opinión suponían “la invasión de los necios”. Otro consejo suyo, también muy útil para estos casos: "Ejercita la memoria".