La comercialización de insectos como comida es legal en España –y el resto de la Unión Europea– desde el pasado 1 de enero. En Verne ya hablamos de las ventajas que estos alimentos pretenden aportar a nivel ecológico y alimenticio. Pero quedaba una cuestión pendiente: ¿están buenos?
Hay regiones como el sureste asiático o México que tienen una amplia tradición en cocina de insectos. En España, incluso a pesar del cambio de normativa, comprar bichos para consumo humano no es sencillo. Por el momento, hay pocas empresas en nuestro país que comercialicen este tipo de productos, y desde portales como Amazon la mayoría de los perfiles todavía tienen restringida la venta a territorio español.
Finalmente, hemos conseguido los insectos a través de dos vías: InsectFit, una empresa española –que todavía no vende al público por encontrarse en fase de pruebas– que elabora productos a base de harina de grillo, y una página web de venta de insectos que distribuye a todo el mundo, EntoMarket.
El pedido de EntoMarket ha tardado más de un mes en llegar a casa: hemos comprado tarántulas, tres tipos de chapulines (saltamontes) sazonados, hormigas, gusanos sabor barbacoa y escorpiones de agua. InsectFit nos envió barritas de distintos sabores –naranja, caramelo y chocolate– elaboradas con harina de grillo. ¿A qué saben todos estos productos? ¿Son, como nos prometían Timón y Pumba, "viscosos pero sabrosos"? Los hemos probado en una edición especial de Vernícolas, el programa en directo de Verne.