La Secretaría de Relaciones Exteriores de México emitió hace unas semanas una serie de recomendaciones para los aficionados que viajen a Rusia con motivo del Mundial de Fútbol.
"Respeta las costumbres y leyes locales y evita contratiempos y sanciones", dice el apartado relacionado con seguridad en el país. Específicamente, dentro de las advertencias del manual se pueden leer dos puntos relacionados con la comunidad LGTB+: "Las manifestaciones públicas relativas a la diversidad sexual y de género son sancionadas" y añade, "las demostraciones públicas de afecto entre personas pertenecientes a la diversidad sexual, generalmente no son aceptadas y pueden dar lugar a agresiones físicas o verbales".
La comediante transgénero Ophelia Pastrana, residente en México, considera que este aviso del Gobierno está cargado de desinterés. "Por un lado me encantaría pedirle a mi Gobierno que me protegiera del Gobierno ruso. Con estas recomendaciones creo que se está lavando las manos y está diciendo que no tienen los recursos para defenderlos si llegara a pasar algo", comenta a Verne en entrevista telefónica.
El grupo contra el racismo y la discriminación en el fútbol, Fare, también publicó en su página web una guía con consejos para los aficionados al fútbol que pertenezcan a minorías y decidan viajar al Mundial. Específicamente a las personas LGTB+ les dice: "Sé tú mismo. Has luchado demasiado para no hacerlo, pero hay algunas cosas que debes tener en cuenta" y menciona que la difusión de cualquier información (Internet y redes sociales incluidas), relacionada con las personas LGTB+ puede llegar a una multa de 100.000 rublos (unos 1.600 dólares), según la Ley de Propaganda Gay de 2013.
"El activismo siempre será necesario sobre todo para visibilizar", dice Pastrana. "Ir al Mundial es exponerse y es colaborar con un Gobierno que no nos quiere, pero si vas, vas con todo y muestras el arcoiris. Nada de estar escondido", concluye la conferencista que acepta que el caso de discriminación y las violaciones de derechos humanos contra homosexuales y transgénero en el país es grave y complejo para realizar cualquier tipo de activismo. "También tenemos el mundo informático y debemos hacer ruido desde nuestros lugares, evidenciar que algunas personas LGBT la pueden pasar mal allá", agrega.
Dentro de los estadios, por ejemplo, está permitido lucir banderas del arcoiris siempre y cuando cumplan con las normas de la FIFA: que no superen los dos metros por un metro y medio, y que estén fabricadas en material ignífugo [que no se puede quemar].
Las recomendaciones de Fare van más allá y detallan qué tan peligroso es mostrar alguna insignia con la bandera del arcoiris por la calle. Según la organización contra la discriminación, en Rusia se puede llevar ropa con la bandera multicolor, ir tomado de la mano y discutir el tema de la defensa de los derechos y libertades de la comunidad. Pese a ello, se recomienda ser cauteloso con este asunto en los lugares apartados de las ciudades o cuando el entorno parezca menos acogedor y no participar en ninguna acción de protesta de defensa de los derechos LGTB+.
En los hoteles, reservar una habitación para dos hombres o dos mujeres con una cama doble no debería ser un problema, aunque aconseja Fare "es mejor ser discreto al reservar alojamiento privado y pedir dos habitaciones diferentes".
"Tenga mucho cuidado con cualquier aplicación de citas en Rusia", la organización contra el racismo comenta que se han dado casos de agresiones por parte de grupos homófobos que se hacían pasar por usuarios de aplicaciones de citas. "Si vas a conocer a alguien en una cita, informa a tus amigos de adónde vas, con quién y ten un número de emergencia al que llamar", explica Fare que añade "si sufres un ataque homófobo, denúncialo a la policía. No lo dejes pasar".
Además de arrancar los primeros partidos del Mundial, en junio se cumplen cinco años de la aprobación de la ley discriminatoria rusa contra la propaganda homosexual y desde entonces la escalada de violencia y violación de derechos humanos ha ido en aumento. En 2017, la república rusa de Chechenia realizó una persecución contra homosexuales en la que más de 100 hombres fueron detenidos y torturados por la policía. El Gobierno checheno negó las acusaciones y aseguró que en el país no existen homosexuales.
Las organizaciones internacionales están preocupadas con el comienzo de la competición, ya que las leyes contra la comunidad homosexual chocan con los estatutos de la FIFA "queda estrictamente prohibida y será castigada con una suspensión o expulsión", dice el reglamento.
Gianni Infantino, actual presidente de la FIFA, aseguraba en una entrevista con The New York Times, que la Federación Internacional intervendría ante cualquier caso de abuso o violación durante el Mundial. La FIFA en su política sobre derechos humanos dice que la organización "está comprometida a atender la discriminación en cualquiera de sus formas".