Serena Williams llegó a su décima final de Wimbledon este sábado 14 de julio. Fue su primera final en un torneo desde que en septiembre de 2017 diera a luz a su primera hija. En el parto, según sus propias palabras en este artículo de CNN, estuvo cerca de morir. "Hay muchas madres ahí fuera que se están preguntando cómo has hecho esto. Eres una súper heroína, una súper mamá", le dijo una periodista después del partido que perdió ante la alemana Angelique Kerber. Esta es la respuesta de la estadounidense:
No, solo soy yo. Es todo lo que puedo ser. A todas las madres ahí fuera, he jugado por vosotras. Lo he intentado".
Al pronunciar estas palabras, Williams se emociona. Puedes verlo en este vídeo a partir del segundo 39.
Williams empieza la entrevista asegurando que estaba "muy feliz" por haber llegado "tan lejos". "Ha sido un torneo impresionante para mí. Obviamente, es una decepción, pero no puedo estar decepcionada. Tengo tantas razones para vivir. Literalmente, acabo de empezar y lo estoy deseando", añade. Williams ha ganado Wimbledon siete veces y, en total, ha conseguido 23 títulos de Gran Slam a lo largo de su carrera.
En la rueda de prensa posterior, Williams insistió en el mismo mensaje: "De verdad, hace solo dos semanas todo era una locura para mí. Siento que estoy dando los pasos en la dirección correcta. He dado uno gigante en Wimbledon, pero mi viaje acaba de empezar. Solo tengo que seguir adelante".
Williams volvió a las pistas en marzo, seis meses después de dar a luz a su hija Olympia y tras casi un año sin competir. “Antes de jugar casi me echo a llorar; echaba de menos a mi hija”, dijo entonces la tenista. Para la estadounidense, una de las mejores tenistas de la historia, estar alejada de su hija durante los periodos que exige la competición está siendo muy complicado. El 7 de julio, durante las primeras jornadas de Wimbledon, publicó el siguiente mensaje en Twitter lamentando haberse perdido los primeros pasos de Olympia.
Muchas personas le mostraron su apoyo en la misma red social, al igual que hicieron cuando explicó cuánto sufrió durante el parto de su hija: "Casi muero tras dar a luz a mi hija, Olympia. Pero me considero afortunada. Aunque tuve un embarazo sencillo, mi hija nació por una cesárea de emergencia después de que el ritmo cardíaco cayese dramáticamente durante las contracciones. La cirugía no dio problemas", contaba en febrero de 2018 en CNN, un mes antes de volver a las pistas
Ha dado sus primeros pasos... Yo estaba entrenando y me lo he perdido. He llorado.
Las complicaciones empezaron 24 horas después: "Empezó con una embolia pulmonar, que es una condición por la cual una o más arterias de los pulmones se bloquean. Por mi historial médico, tuve miedo". La tos intensa por los problemas de respiración hicieron que su cesárea se abriese y tuvieran que volver a operarla. "Me pasé las seis primeras semanas de mi maternidad en la cama".
En el mismo texto, Williams reivindica que otras mujeres no reciben el tratamiento médico que ella sí se puede permitir: "Según Unicef, cada año, 2,6 millones de recién nacidos mueren [en el mundo antes de cumplir un año de vida]. Más de un 80% lo hacen por causas que se pueden evitar. Sabemos que hay soluciones sencillas, como el acceso a recursos médicos, contacto piel con piel, medicinas básicas, agua limpia y buena alimentación, pero no hacemos lo que nos toca. No estamos a la altura para ayudar a las mujeres del mundo".