El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que tanto su cuenta personal (@sanchezcastejón) como la oficial de su gobierno (@desdelamoncloa) han levantado el bloqueo en Twitter que él mismo -en su anterior etapa política- y el anterior ejecutivo -el de Mariano Rajoy- habían aplicado a algunos tuiteros.
En un reportaje reciente de Verne sobre si las instituciones públicas tienen derecho a bloquear o si eso restringe el derecho a la información, recogimos que en diciembre de 2017 las cuentas institucionales del Gobierno tenían bloqueadas a 68 cuentas de Twitter, según desveló El Confidencial tras una petición de información cursada mediante la Ley de Transparencia. En concreto, @desdelamoncloa, cuenta oficial del Gobierno, tenía bloqueados a 57. Uno de ellos, @Zurdo, dijo a Verne que no recordaba qué podía haber escrito para que el Gobierno de Rajoy decidiera vetarle el acceso a la lectura de los tuits de Moncloa -y de interactuar con esta cuenta oficial-, entre otras cosas porque borró todos sus tuits "por miedo a acabar entrullado”. Celebraba la amnistía tuitera de la cuenta de La Moncloa con este mensaje:
En Estados Unidos, una jueza federal dictaminó que es inconstitucional que el presidente bloquee a nadie en su cuenta personal, ya que este espacio forma parte del foro público. Donald Trump había bloqueado a varios usuarios -por motivos que van desde contestarle con un gif del Papa, llamarle cobarde y, en el caso del escritor Stephen King, por decir que estaba “cosechando lo que sembró”-, siete de los cuales lo demandaron por considerar que esta acción violaba su libertad de expresión y su derecho a estar informados de los anuncios del presidente.
La opción de bloqueo en el caso de los políticos es difícil de entender teniendo disponible la acción de silenciar cuentas: eliminar el contenido de un usuario concreto en tu experiencia en Twitter sin que el usuario pueda saber si está bloqueado o no.