El tuit que colma el vaso: razones por las que Trump puede bloquearte en Twitter

El presidente de Estados Unidos no solo bloquea a famosos como Stephen King, ¡tú también puedes lograrlo!

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La modelo Chrissy Teigen comentaba este martes que “después de 9 años de odiar a Donald J. Trump, decirle "lol no le gustas a nadie" fue la gota que colmó el vaso.

Como resulta habitual con los políticos, son muchos los que contestan en Twitter a Donald Trump discutiendo sus ideas, bromeando acerca de ellas o, directamente, con insultos. En lugar de ignorar las impertinencias, Trump actúa como antes de ser presidente: bloqueando a usuarios. De hecho, siete de ellos han decidido demandarle porque creen que esta decisión vulnera su derecho a estar informados.

El presidente de Estados Unidos actúa así con su cuenta personal, @realDonaldTrump, en la que tuitea de forma compulsiva y sobre cualquier cosa, ya sean decisiones políticas o programas de televisión. Casi 35 millones de personas siguen este perfil, en el que también anuncia muchas de sus decisiones, como su intención de prohibir a los transexuales la entrada en el ejército. En cambio, usa mucho menos la cuenta oficial de la presidencia, @Potus, hasta el punto de que a menudo retuitea los mensajes de su perfil personal.

Muchos de los bloqueados comparten y comentan el bloqueo con un pantallazo o con la etiqueta #BlockedByTrump, que exhiben como si fueran medallas. Incluso hay pins a la venta. Son multitud los tuiteros que dicen querer conseguir ese block, pero los tuits de Trump reciben miles de respuestas y es muy difícil destacar en el marasmo de ocurrencias. Tanto es así que trumpblocks.me (Trump me bloquea), una web del periodista Kevin Poulsey, solo ha confirmado 52 blocks, aunque aún no incluye los más recientes, como el de la actriz y productora Rosie O'Donnell y el de la modelo Chrissy Teigen.

Además, Trump es muy arbitrario en sus decisiones. Es cierto que la mayoría de cuentas bloqueadas son insistentes y faltonas, pero muchas veces se trata de respuestas que alguien como él debería estar acostumbrado a leer. Aquí van algunos ejemplos.

Enseñarle un gif del Papa

La cantante Holly Figueroa O’Reilly compartió un tuit con un gif del Papa mirando a Trump de forma, digamos, curiosa. Su texto: “Así es más o menos como te ve todo el mundo”. Ese gif le valió el bloqueo. O'Reilly es una de las siete personas que han demandado a Trump por considerar que esto les impide estar informadas de los anuncios del presidente.

Afearle la ortografía

El médico Eugene Gu es otro de los siete que ha demandado al presidente por haberle bloqueado. El tuit culpable es del 18 de junio y es una referencia al famoso "covfefe", la palabra que se inventó Trump en uno de sus mensajes en Twitter: “El mismo tipo que no repasa sus tuits está a cargo del del botón nuclear”.

Insinuar que es un cobarde

Rosie O’Donnell, a quien el presidente ha insultado en varias ocasiones, no fue bloqueada hasta el jueves 27 de julio.

O’Donnell tuitea de forma compulsiva sobre el presidente, así que resulta difícil saber cuál fue la gota que colmó el vaso, pero lo último que tuiteó sobre él fue un meme en el que se apuntaba que Trump practicaba deporte en su juventud, pero no fue a la guerra por un espolón óseo en el pie.

Poco después, tras la votación que rechazó la propuesta sanitaria de Trump, fue ella quien le bloqueó a él. Muchos siguieron su ejemplo y bloquearon al presidente, usando la etiqueta #blockDonald para anunciarlo.

Llamarle cobarde. O señor (no está claro)

El exciclista Joe Papp fue bloqueado a principios de junio. En ese momento lamentó que el presidente fuera “tan intolerante y débil mentalmente que bloquea a los ciudadanos estadounidenses que critican sus decisiones y les impide leer sus últimas declaraciones”.

Papp es otro de los siete tuiteros que ha demandado a Trump. Los dos tuits que provocaron esta respuesta del presidente fueron: “Saludos desde Pittsburgh, señor” y “¿por qué no ha asistido a la manifestación #PittsburghNoParís en Washington, señor? #LíderFalso”.

Esta manifestación apoyó la decisión del presidente de salirse del acuerdo climático de París. Cuando lo anunció, Trump dijo que le habían elegido los ciudadanos de Pittsburgh y no los de la capital francesa. Papp está siendo irónico, por supuesto, sobre todo teniendo en cuenta que esta manifestación coincidió con la #MarchForTruth, en contra de sus políticas. Le llamó “cobarde” en otro tuit del mismo día.

Insinuar que está como una cabra con un hábil juego de palabras

Rob Szczerba, consejero delegado de la consultora tecnológica XTech Ventures, insinuó que "covfefe" era un nuevo sabor de helado que "son solo nueces". Este chiste se entiende mejor en inglés, ya que "to be nuts" es estar loco. Szczerba se sorprendió por el bloqueo resultante: “Maldita sea, su cabeza es muy gorda, pero su piel es muy fina. Este es el pequeño tuit que me llevó a ser #bloqueadoporTrump”.

Dedicarle un refrán

Otro tuitero que le lleva la contraria a menudo es el escritor Stephen King, a quien el presidente bloqueó en junio. “Creo que tendré que suicidarme”, escribió el novelista cuando se enteró.

Según el Washington Post, el último tuit que le criticaba era uno en el que decía que “si Ivanka Trump [hija del presidente] se hubiera criado en una granja, como algunos de nosotros, sabría que su padre está cosechando exactamente lo que sembró".

Preguntarle qué hará el fin de semana

El periodista Jordan Uhl es uno de los organizadores de las manifestaciones contra Trump de junio, las March For Truth. Es un tuitero muy combativo contra Trump, pero según recoge The Verge, llevaba semanas sin dirigirse al presidente cuando le bloqueó. Con una excepción: el 9 de junio le preguntó si iba a ir a las fiestas del Orgullo LGTB. El presidente no contestó.

Responder a casi todos sus tuits

Bess Kalb, guionista del programa Jimmy Kimmel Live y colaboradora del New Yorker fue bloqueada en mayo después de una serie de tuits en los que calificaba de “retórica simplística” un mensaje de Trump asegurando que el ObamaCare estaba muerto. “Dios mío -escribía Kalb-. El presidente de Estados Unidos me ha bloqueado en Twitter porque he herido sus sentimientos”, seguido de la etiqueta #MAGA (make America great again).

Hay que añadir que Bess Kalb contestaba a la mayoría de tuits del presidente, en lo que algún medio conservador ha llamado “obsesión” y “acoso”. Acostumbraba a llamarle "honey", “cariño”, lo que igual no era de su agrado. Eso sí, llevaba días sin decirle nada, según contaba en Twitter.

Pedirle que se comporte “como un presidente de verdad”

“El comandante en jefe puede bloquear a @VoteVets, la voz de 500.000 veteranos y sus familias, pero no nos callará”, tuiteaba esta asociación progresista de veteranos. Según la web de información política The Hill, el motivo del bloqueo no fue un tuit, sino un anuncio de televisión en el que pedían donativos para luchar contra la “agenda peligrosa” de Trump y se le pedía que actuara como un presidente de verdad.

Ser persistente

Danny Zuker es director y guionista de Modern Family. Y en 2013 ya se estaba peleando con Trump. Como explica Mashable, todo comenzó cuando Trump se vanagloriaba de que su programa de televisión, The Apprentice, había sido el más visto la noche anterior. En realidad, fue el cuarto: “La única forma en la que podrías perder audiencia más rápidamente sería si la hubieras heredado de tu padre”, le dijo Zuker. A partir de ahí comenzó una larga batalla en la que Trump decía que Zuker no ganaba tanto dinero como él y le llamaba perdedor.

Esta pelea fue el tema de un artículo publicado en julio de 2013 en Hollywood Reporter que firmaba el propio Zuker y que llevaba por título: “Cómo ganar una guerra en Twitter”. Al día siguiente, Trump le bloqueó.

Decirle que pase más tiempo con su hijo

El periodista Jules Suzdaltsev fue bloqueado el 31 de mayo después de aconsejar a Trump que dejara de jugar al golf y pasara más tiempo con su hijo Barron. Sinceramente, este block me parece merecidísimo: no hay que meterse en la vida privada de los demás y menos en la de los hijos.

Presidente, un consejillo, si me lo permite

Si lo que Trump quiere es ahorrarse la lectura de los insultos hay un método mucho más discreto que bloquear: silenciar cuentas. Tiene la ventaja de que el usuario no sabe si está silenciado, por lo que no puede colgarse el block como medalla, tal y como se hace a menudo. Sin embargo, nos tememos que Trump no considera que la discreción sea una virtud y más que evitarse leer insultos, prefiere la satisfacción de la pequeña venganza del bloqueo. Aunque sea contraproducente, lo que de parece gustarle es poder decir: "¡Pues ahora no dejo que me leas!".

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