Una fruta como el melón, un derivado cárnico como el chorizo y una receta veraniega como el gazpacho andaluz tienen dos cosas en común. La primera, que seguro que te lo gozas comiéndotelos. La segunda, que después te espera una digestión movidita. Estos alimentos, y muy especialmente el ajo, son algunos de los productos que más se repiten. Y no es que tu estómago sea un blandengue: repetir los alimentos es completamente normal. Y eructar tres o cuatro veces por hora, también.
Hablamos de que los alimentos se repiten porque volvemos a sentir su sabor en la boca, acompañado de gases, horas después de comerlos. Esto se produce por el reflujo durante la digestión: "Al refluir el gas, transporta componentes volátiles [partículas que se convierten en gases] de los alimentos en digestión, que nos recuerdan sus sabores al llegar a la boca", explica a Verne Cristóbal de la Coba Ortiz, médico especialista en el aparato digestivo de la Sociedad Española de Patología Digestiva.
Este reflujo, explica De la Coba, es normal y puede producirlo cualquier tipo de comida. "Tragar aire mientras comemos es un hecho fisiológico y expulsarlo después también", cuenta. "Hasta tres o cuatro eructos por hora se consideran normales, es un mecanismo que permite expulsar el exceso de gas que se acumula". Entonces, ¿por qué se repiten más algunos alimentos que otros? La respuesta está en su composición química.
La química del ajo
Todos ingerimos aire cuando comemos y tenemos que expulsarlo pero, además, algunos alimentos generan componentes químicos durante la digestión que producen más gases. Estos componentes se conocen como compuestos orgánicos volátiles, partículas que se convierten fácilmente en vapores o gases, y son el motivo por el que ciertos alimentos se repiten más que otros. Entre los que más se repiten, De la Coba enumera el pimiento, el pepino, el melón, el tomate y el más estudiado de todos ellos, el ajo.
Durante la digestión del ajo, por ejemplo, se liberan componentes sulfurados volátiles, un tipo de partículas volátiles que contienen sulfuros, de ahí su olor desagradable. De estos, explica De la Coba, el que se libera en niveles más elevados es el sulfuro metil-alílico, responsable también del mal aliento que provocan las comidas con ajo. También producen partículas similares el puerro, las cebollas, las chalotas...
Es normal que estos alimentos se le repitan a todo el mundo, pero pueden repetirse más en pacientes que sufran ciertos problemas del estómago. Entre ellos, De la Coba enumera las gastritis, las úlceras o el reflujo gastroesofágico.
Cómo hacer que las comidas repitan menos
Cocinar las hortalizas y evitar tomarlas crudas es tal vez el método más famoso para hacer que se repitan menos, pero hay más. De la Coba también cita "mascar chicle, evitar comidas muy grasas que retrasan el vaciamiento gástrico, evitar el café o el té [que pueden favorecen el reflujo] o evitar las bebidas carbonatadas que aumentan la cantidad de gas en el estómago".
También se puede combatir la repetición de los alimentos con más comida. La revista científica Journal of Food Science publicó en 2016 un estudio sobre alimentos que combaten el mal aliento del ajo. Estos reducen la cantidad de partículas volátiles que produce el ajo en la digestión, lo que hace que también se repita menos. Entre estos alimentos se encuentra la lechuga, las hierbas que contienen ácido rosmarínico (como el romero o el orégano) o la manzana. Ya sabes qué tomar de postre después de tu próximo gazpacho andaluz.