Ismael Prego, más conocido por el nombre de su canal de YouTube, Wismichu, presentaba este 12 de octubre en Sitges Bocadillo, la película que llevaba varias semanas promocionando desde sus redes sociales y los medios de comunicación. Sin embargo, los espectadores que han acudido al pase no se han encontrado con una película al uso: lo que la organización del festival anunciaba en su web como una obra de 65 minutos era en realidad una hora de escenas repetidas en las que no ocurre apenas nada. En Twitter, muchos de los que han acudido al pase han mostrado su enfado por lo que consideran una broma de mal gusto.
La cinta proyectada comienza con Prego entrando en un bar, donde pide un bocadillo vegetariano. El camarero –Joaquín PA, uno de los cinco youtubers que protagonizan la cinta– grita a cocina la orden de un vegetal con atún. Cuando Prego lo corrige, el camarero lo pide con pollo. Y así durante una hora. El bucle se repite durante 60 minutos con pequeñas variantes: los actores se intercambian los papeles, se cambian de ropa o aparecen sin ella. El bucle se resetea cuando Miare, que está sentada al fondo del bar, pide un café.
Muchos espectadores en la sala han publicado vídeos del pase en los que se escuchan los abucheos del público o cómo gritan que se pare la proyección o que se les devuelva el dinero. Además, el youtuber de 25 años no estaba solo proyectando Bocadillo: estaba grabando un documental.
El documental de Bocadillo
En la puerta de la sala en la que se proyectó Bocadillo se anunciaba que se grabarían las reacciones del público para un documental posterior. “Sabemos que hay un proceso de creación con el que reflejar lo que ha pasado”, dice a Verne el director editorial de Filmin, Jaume Ripoll. De momento, Ripoll no sabe si ese documental se podrá ver en Filmin: “Si lo pudiéramos tener sí, pero no está firmado”. Ripoll no cree que Bocadillo sea un troleo, sino que va “más allá”: “Creo que es interesante por la reflexión que puede plantear en el espectador, de la expectativa que tenía frente a la creación final”.
Desde la productora de la cinta, YouPlanet, sí que confirman que habrá una cinta final que recoja todo el proceso de los últimos meses y que este era el objetivo final. “Está haciéndose como un mockumentary (falso documental) inédito en España, de calidad, sobre cómo un youtuber que quiere hacer una película lo lleva a otro nivel”, cuenta a Verne Luis del Val, de la productora.
En sus entrevistas con los medios –entre ellas, la que concedió a Verne– Prego aseguraba que había desarrollado este proyecto durante un año y que lo había mantenido en secreto. El 12 de septiembre publicó el cartel de la película en su cuenta de Twitter y arrancó su gira promocional: ofreció entrevistas a medios, acudió a programas de televisión y fue desvelando algo más de información sobre el proyecto en sus redes sociales. El 3 de octubre publicó el tráiler en su canal de YouTube. Solo una de las escenas del tráiler aparece en la película proyectada en Sitges.
¿Era algo premeditado, un error de la proyección o una gran troleada del youtuber?
El subdirector del Festival de Sitges, Mike Hostench, explica a Verne que eran conscientes de que no se trataba de una película al uso, sino “una obra audiovisual que consistía en una sorpresa de Wismichu a sus fans, una performance”. Hostench asegura que ningún miembro de la organización había visto Bocadillo y que no estaban obligados a hacerlo, ya que no era una de los piezas en competición. “La propuesta venía de un youtuber conocido y de una persona de garantías, Luis de Val (productor de Bocadillo). Si nos llega algo de él, no tenemos ningún problema en ofrecer un espacio”, añade. El festival no devolverá el importe de las entradas (4,5 euros, la mitad que la mayoría de entradas).
Durante la tarde de este 12 de octubre, Prego ha cambiado su nombre en Twitter por el de “El mejor director de ESPAÑA”. También ha publicado un tuit sobre lo vivido en el pase, en el que dice “vosotros sois mi película”. El tuit tiene más de 400 respuestas, muchas de ellas de espectadores enfadados.
Pocas horas antes del estreno de la película, desde YouPlanet, la productora de Bocadillo y agencia de creadores de contenido a la que pertenece Wismichu, anunciaban que la película podría verse en la plataforma de streaming Filmin tras su estreno en Sitges. El director editorial de Filmin dice que la plataforma sí conocía la naturaleza del proyecto.
“Imagínate el interés de todas las personas que no estaban en Sitges y quieren saber que se está hablando de ello”, comenta. La película se puede alquilar durante 72 horas por 1,95 euros dentro de la plataforma. Según Ripoll, la recaudación se destinará íntegramente a dos protectoras de animales elegidas por el youtuber.
Enfado de los espectadores
Como explicábamos anteriormente, el festival no devolverá el dinero de las entradas. El subdirector del festival no cree que la imagen de Sitges quede perjudicada por este episodio: “No me preocupa. La controversia y la polémica siempre han formado parte de los festivales de cine. Sé que hay personas a las que no les ha gustado, pero he escuchado que también ha habido aplausos”. Ante futuras colaboraciones de youtubers en Sitges, Hostench asegura que le gustaría conocer el contenido de antemano: “Lo que sí me gustaría es, en el momento que alguien nos presente algo, saber si es una película o no”.