La gala de entrega de los Premios Fénix, la fiesta del cine iberoamericano, tuvo un momento durante la noche para reivindicar el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.
Después de que la cantante chilena Anita Tijoux interpretara la canción Antipatriarca, muchos de los asistentes a la gala levantaron pañuelos verdes a favor de la despenalización del aborto en toda América Latina.
La tela de este color se ha convertido en un símbolo de la lucha de las mujeres a favor del aborto en Argentina y se ha extendido por otros países de la región, donde salvo contadas excepciones, sigue siendo una práctica prohibida y penada con la cárcel. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), tres de cada 4 abortos que se realizan en América Latina suceden en condiciones inseguras y por ello, cada año unas 760.000 mujeres reciben tratamiento por complicaciones como hemorragias e infecciones.
"Es mi cuerpo yo decido", se escuchó decir a la cantante chilena durante su interpretación en el teatro Esperanza Iris de la capital mexicana.
En México, el aborto hasta la semana 12 solo se permite en la Ciudad de México, en el resto del país solo se puede abortar en el caso de una violación según la Norma Oficial Mexicana 046 y ciertas causales recogidas en los códigos penales para cada Estado.
En oposición, 18 de los 32 Estados del país tienen legislaciones que protegen la vida desde la concepción y contemplan el aborto como un delito. De abril de 2007 a Agosto de 2018, la Secretaría de Salud de la Ciudad de México estimó que se llevaron a cabo 200.000 interrumpciones del embarazo, de los que casi 60.000 fueron de mujeres que venían de otras partes del país para tener acceso a un aborto seguro.
El grupo parlamentario Morena presentó el pasado 24 de octubre una iniciativa de ley para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo en todo México en las primeras 12 semanas de gestación.