Un grupo de activistas pidieron este martes la legalización del aborto en todo México con una acción en la emblemática fuente de la Diana Cazadora en la capital. Con la proclama “Aborto legal y seguro en todo México”, el grupo de manifestantes hicieron visible uno de los problemas que viven miles de mujeres en todo el país: las muertes por aborto en condiciones inseguras son la tercera causa de mortalidad materna, según la Secretaria de Salud.
El grupo de activistas colocaron a la Diana un brazalete de color verde intenso, símbolo de la lucha por la legalización del aborto que comenzó en Argentina y se ha extendido por otros países de América.
La acción coincidió con la presentación de una iniciativa de ley para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo en todo México en las primeras 12 semanas de gestación. La propuesta la llevó a cabo la diputada de Morena Silvia Lorena Villavicencio Ayala.
Actualmente, el aborto hasta la semana 12 está permitido sólo en la Ciudad de México. En el resto del país solo se puede abortar en el caso de una violación según la Norma Oficial Mexicana 046 y ciertas causales recogidas en los códigos penales para cada Estado, sin embargo, como denunciaban hoy varios colectivos a favor del aborto, "el acceso real al servicio es prácticamente nulo, lo que impide que las mujeres puedan decididr de manera libre sobre su cuerpo". A esto hay que sumar que 18 de los 32 Estados del país tienen legislaciones que protegen la vida desde la concepción y contemplan el aborto como un crimen.
De abril de 2007 a Agosto de 2018 la Secretaría de Salud de la Ciudad de México estima que se llevaron a cabo 200.000 interrumpciones del embarazo, de los que casi 60.000 fueron de mujeres que venían de otras partes del país para tener acceso a un aborto seguro.
Según la Organiación Mundial de la Salud (OMS), tres de cada 4 abortos que se realizan en América Latina suceden en condiciones inseguras y por ello, cada año unas 760.000 mujeres reciben tratamiento por complicaciones como hemorragias e infecciones.
"Poder decidir sobre nuestros cuerpos es un derecho. Elegir no es un delito, pero sí es un crimen dejar morir a las mujeres porque no pueden acceder a un aborto legal en condiciones seguras", denunciaban las activistas en un comunicado.
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