A Marie Kondo le encanta el desorden, pero el de las casas ajenas. La youtuber ha estrenado reality propio en Netflix, ¡A ordenar, con Marie Kondo!, en el que visita ocho casas del sur de California con una única misión: traer felicidad a las personas a través de la limpieza y el orden. La moraleja del programa es algo así como "ordena tu casa y ordenarás tu vida". Pero, ¿es efectivo el método de esta Mary Poppins japonesa?
Como explica a Verne Tasio Rivallo, psicólogo y pedagogo especializado en terapia cognitivo-conductual, la limpieza y el orden influyen mucho en nuestra salud mental. "El ser humano tiende a buscar siempre un equilibrio, tanto interno que se denomina homeostasis, como externo, que tiene que ver con el entorno. Si nos fijamos, todo obedece a un orden, incluso la naturaleza, y como animales, estamos programados para ese orden", comenta.
El método KonMarie –así es cómo se llama– se basa en una tradición nipona, Oosouji (que se traduce como "la gran limpieza"), que consiste en realizar cada 28 de diciembre una limpieza exhaustiva en el hogar y deshacerse de lo que ya no sirve para así recibir el año nuevo sin cargas, libres y limpios, física y espiritualmente. "Limpiar y ordenar nos hace liberar endorfinas, una sustancia que segrega el cerebro y que produce sensación de bienestar. Y tirar aquello que ya no necesitamos funciona como una catarsis", apunta Rivallo. "De esta forma también evitamos las consecuencias del desorden", añade.
Los participantes de ¡A ordenar, con Marie Kondo! se quejan de los problemas que el caos de sus casas les produce en sus vidas. "El desorden nos puede provocar ansiedad, trastornos de sueño o reducción de la concentración", explica el psicólogo. "Es muy típico que en época de exámenes te dé por ordenar tu habitación o tu escritorio. Necesitas un espacio limpio y ordenado para sentirte a gusto. Probablemente, no tengas esa reacción en un momento más ocioso de tu vida", dice.
Rivallo cree que "una casa desordenada te quita mucho tiempo, genera frustración y cansancio por no poder encontrar las cosas", como le sucede a la familia Mersier en uno de los capítulos de la serie. "Si ordenas tu casa, estarás menos estresado, podrás estar más a gusto en ella y tendrás más tiempo para emplearlo en otras cosas", añade el psicólogo.
En busca del equilibrio
A veces sufrimos ataques repentinos de limpieza que pueden tener que ver con nuestro estado de ánimo. "Quizás, inconscientemente, estemos intentado reequilibrarnos mentalmente y empezamos con algo más fácil de controlar que es el entorno", dice Rivallo. Y añade: "Sucede lo mismo cuando nos da por cambiar los muebles de sitio. Estamos buscando un cambio metafórico en nuestras vidas, soluciones que nos hagan sentir más cómodos o vernos mejor".
Pero el orden y la limpieza no determinan siempre cómo nos sentimos. "Puede ser que nos encontremos bien, que estemos tranquilos con nosotros mismos y, sin embargo, tengamos la casa hecha un asco. Quizás es que estemos apostando más por otras cosas, relaciones sociales, por ejemplo, y no le estemos dando prioridad a ese entorno más privado", explica Rivallo.
Eso sí, el psicólogo añade que "aunque limpiar y ordenar es una buena herramienta para reducir el estrés y resolver ciertos problemas", no puede utilizarse siempre como terapia. "Hay gente que le viene muy bien ordenar y a otra que no, porque no acaban de ordenar nunca y no pasan a la acción. El orden puede ser una vía de escape cuando tienes que empezar a trabajar ciertas cosas de tu vida. Ordenamos primero objetos materiales y pensamientos y luego nos metemos en faena para trabajarnos a nosotros mismos".
Al final de cada capítulo, los protagonistas agradecen a Marie Kondo su ayuda y confiesan sentirse mucho mejor con "su nuevo hogar". La japonesa se despide de ellos satisfecha por haber conseguido su propósito. Ahora son más felices gracias al orden y la limpieza. ¿Serán capaces de mantenerlo?