A primera hora, llega un paciente con problemas de pareja. A continuación, uno que sufre por su trabajo. Y luego, otro con una situación familiar conflictiva. Le sigue uno más con problemas económicos. Quizás llegue luego otro con un problema de adicciones. Y así, los psicólogos pueden pasarse largas jornadas desencallando encrucijadas ajenas. Pero, ¿cómo gestionan las propias? Hemos hablado con seis profesionales que nos explican si es fácil cambiar el papel de psicólogo por el de paciente, entre otras cosas.
Ana García Mañas, 39 años, psicóloga en Hitos Psicología
¿Los psicólogos van también al psicólogo? "Yo soy terapeuta de pareja y me estoy separando. ¡Sorpresa! Las terapeutas de pareja también nos separamos. Mientras decidía si daba el paso o no, fui a ver a otro terapeuta de pareja. Me trabajé lo mío y me di el espacio suficiente para no mezclar mis problemas con los de los pacientes". De hecho, al margen de problemas puntuales, acudir regularmente a terapia también les ayuda a no caer en el síndrome burnout (o del trabajador quemado). "Un psicólogo que está quemado, se está desatendiendo. Además de por nosotros mismos, tenemos que cuidarnos por nuestros pacientes. Si yo estoy cabreada, triste o deprimida, no puedo estar al cien por cien para ayudarles".
Pablo Barrio Fernández, 32 años, psicólogo en la ONG Apoyo Positivo
¿Puede un psicólogo tratarse a sí mismo? "Si me enfrento a una ruptura sentimental, por ejemplo, intento separarme de la situación y recapacitar sobre los pros y los contras, que es, al final, una de las cosas que trabajamos en consulta. Aunque es muy difícil tratarte a ti mismo porque no tienes la misma objetividad".
Cristina Sánchez Guillén, 57 años, psicóloga con consulta propia
¿Cómo adquiere un psicólogo conocimientos sobre autocuidados? En la carrera de Psicología no se imparte ninguna asignatura dedicada al autoconocimiento y los autocuidados del terapeuta. Esta formación se puede obtrener con cursos especializados, como uno que ofrece el Colegio de Psicólogos de Madrid y que se llama "Habilidades y autocuidados para profesionales del ámbito de la ayuda a otras personas". "Los psicólogos estamos continuamente en contacto con el sufrimiento humano y nos preocupamos mucho por nuestros pacientes, pero a veces se nos olvida cuidarnos a nosotros mismos. En el curso trabajamos para identificar riesgos que se puedan dar en terapia y en cómo proteger nuestro espacio de trabajo y la generación de hábitos saludables", nos cuenta Cristina Sánchez, la profesora que lo imparte.
Alba Martínez Tallón, 26 años, psicóloga en Hero Psicología
¿Qué ocurre cuando psicólogo y paciente atraviesan una situación similar? "Coincidió que mi abuela estaba muy enferma cuando estaba tratando a un paciente que tenía un familiar también muy enfermo. Me di cuenta de que quizás eso podía comprometer nuestra terapia y lo comenté con él. Acordamos seguir adelante. Creo que todos los psicólogos, o la inmensa mayoría, intentamos cuidar mucho la profesionalidad y separar nuestras emociones personales del trabajo, aunque no siempre es fácil". Los terapeutas recurren muchas veces a la "supervisión de casos" que consiste en trabajar con colegas de profesión las dificultades que se puedan estar dando con un paciente determinado.
Virginia Paños Montoya, 27 años, psicóloga con consulta propia
¿Es sencillo cambiar el papel de psicólogo por el de paciente? Convertirse en pacientes les permite aprender de otros colegas y empatizar con la sensación de sentarse frente a un desconocido y abrirse emocionalmente. Pero desprenderse del rol de psicólogo no es siempre fácil. "La primera vez me costó mucho, temía perder el control de la situación, sabía lo que él estaba haciendo, las técnicas que estaba empleando. Supongo que para todos los que acudimos a terapia es así al principio. Una vez que consigues dejar al terapeuta que llevas dentro en la puerta, se disfruta mucho más".
Miriam Magallón Soneira, 46 años, psicóloga con consulta propia
¿Haber afrontado más problemas personales les convierte en mejores profesionales? Los psicólogos no tienen por qué haber pasado por los mismos problemas que un paciente para poder empatizar con ellos y acompañarles en el proceso de recuperación. "No es necesario tener hijos para tratar a pacientes que tienen problemas con sus propios hijos, ni ser mujer para entender a una paciente mujer. No todos hemos tenido trastornos alimenticios o problemas con las drogas. Pero somos capaces de entender y ponernos en el lugar del otro gracias a nuestra formación".
Ir al psicólogo ya no es un tabú entre los jóvenes españoles, que acuden a terapia más que hace una década, como desvela la última Encuesta Europea de Salud, de 2014. Y es que, como nos han contado seis profesionales, incluso ellos, en algún momento dado, necesitan la ayuda de sus colegas.
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