Cuando el luchador de artes marciales James Wilks se lesionó en 2011, tuvo que parar de entrenar a diario durante seis meses. "En ese tiempo, investigando sobre la dieta óptima que debía llevar, me di cuenta de que la proteína animal no era lo único necesario para desarrollar músculo, mantener los niveles de energía y recuperarse de una lesión", comenta el atleta en la web de la película The Game Changers (Los que cambian las reglas del juego).
Su viaje por cuatro continentes para encontrarse con deportistas de élite e investigar sobre sus hábitos nutricionales centra este documental, proyectado en los festivales de Sundance y de Berlín y que se estrena en septiembre de 2019. Está producido por un conocido defensor del veganismo como es el director James Cameron junto a Novak Djokovic y Jackie Chan y los veganos Arnold Schwarzenegger y Lewis Hamilton.
En él se cuestiona que la carne sea necesaria en la dieta de los atletas de élite, mostrando los casos de deportistas veganos como el propio Hamilton, el corredor de ultramaratones Scott Jurek y el culturista Patrik Baboumian, entre otros.
"Lo de que una dieta sin carne deja sin el aporte necesario de energía a quien la sigue es uno los grandes mitos de la dieta vegana en deportistas", para Guillermo Gómez Vera, de la Unidad de Nutrición Deportiva de la Clínica Cemtro. En España, el futbolista Carlos Cuéllar lleva desde 2015 jugando en la Liga española y la de Israel siendo vegano. También Miguel Camarena, varias veces medallista en atletismo, lo es desde hace 9 años.
"La principal fuente de energía para los deportistas se encuentra en los carbohidratos. En especial nos los encontramos con alimentos aptos para veganos como la pasta, el arroz y el pan en sus variedades blancas, patata, quinoa y zumos de frutas, y como suplementos, bebidas especiales para deportistas altas en carbohidratos", explica a Verne el experto en alimentación.
Sabiendo que no se pierde energía siendo vegano, una de las cosas que un atleta de élite sí que debe tener más en cuenta al seguir esta dieta es el aporte calórico. "Probablemente, tenga que aumentar la cantidad de comida a ingerir. Lo que antes eran 200 gramos de pollo ahora podrían ser aproximadamente 400 gramos de garbanzos", apunta por teléfono Bárbara Sánchez, dietista especializada en nutrición deportiva.
"Otras cosas que debe compensar son las proteínas, el hierro y el calcio, pero todo eso se puede adquirir con alimentos cotidianos, como la leche de soja o las legumbres. Y el único déficit real sería la vitamina B12, que se tiene que tomar con un suplemento", dice Sánchez.
Para Gómez Vera, "también es importante el aporte de creatina en aquellos deportes más explosivos. Pero, al igual que la B12, existen hoy en el mercado productos actos para veganos con alta concentración de creatina".
No a la monotonía
En este cambio de hábitos se encuentra uno de los escasos inconvenientes que los expertos encuentran a la hora de dar el salto al veganismo; la digestión. "El alto contenido en fibra de los alimentos basados en plantas puede desembocar en malestar digestivo y gases si no se ha tenido una buena transferencia a la dieta vegana. Por ello es importante preparar el tubo digestivo para este tipo de patrón alimentario con el tiempo necesario", comenta Gómez Vera.
El responsable de nutrición deportiva de la clínica Cemtro confiesa que los atletas que se inician a la dieta vegana "pueden experimentar una monotonía en sus platos, producto del desconocimiento de recetas y combinaciones especiales para ellos".
El chef alemán y gurú del fitness Attila Hildmann, autor de libros como Vegan for Fit, lleva casi una década demostrando con sus libros de recetas que la dieta vegana no es sinónimo de hambre, monotonía o carencia energética. Pero tampoco lo es de dieta saludable: "Uno de los mitos más extendidos es el de creer que se come más sano o más ligero si se prescinde de la carne o el huevo. No es cierto, incluso siendo vegano uno puede alimentase de manera incorrecta si no es cuidadoso", decía en su momento a S Moda.
"Una dieta vegana sana está llena de productos frescos, frutas, minerales, pero eso no significa que sea toda ella saludable: la bollería industrial es vegana...", recuerda Bárbara Sánchez.