José José ha estado presente este viernes en cada rincón del kiosko de la Alameda Central, junto al Palacio de Bellas Artes. Centenares de personas se congregaron para dar homenaje al ‘El príncipe de la canción’ en un karaoke, además de un público entregado en cada tema del artista mexicano.
Tras su muerte el pasado 28 de septiembre en Miami y con su leyenda más viva que nunca, Ciudad de México ha despedido al cantante al ritmo de canciones como Lo pasado pasado, 40 y 20, Mi vida o El triste, entre otros muchos. Vendedores ambulantes ofrecían vinilos, encendedores, fotografìas y pañuelos para que nadie se quedara sin su recuerdo. Todo en un ambiente festivo, con gente de todas las edades y en el que ha habido tanto risas como llantos por parte de los asistentes.
Una pareja treintañera se dispone a bailar cuando suena la famosa canción Me vas a echar de menos.
-”Tú sí que me vas a echar de menos cuando me muera”, dice el caballero entre risas. La señora no duda en separarse y azotarle la cara con un pañuelo de José José, que había comprado minutos antes.
Mientras tanto, una pareja joven discute sobre la supuesta timidez del adolescente.
-”Ay, cántate una conmigo, ¡Esta sí que es chingona!
-Que no, que no me sé ninguna, asegura el joven.
-Ay ¡pero si yo tampoco casi!
- ¡Pero si te sabes toda la discografía!”
En los asientos de los alrededores del escenario, se podía apreciar una gran cantidad de personas de la tercera edad, en su mayoría mujeres que cantaban cada tema sin excepción.
-”Yo ví a José José hace 40 o 50 años aquí, en este mismo lugar. Había gradas metálicas para que la gente tomara asiento. Desde entonces nunca había venido a escuchar música”, explica una señora a su amiga.
-”Un karaoke sin José José no es un karaoke. Esto es parte de la cultura mexicana”, asegura una señora mientras apura la botana que ha comprado.
El cántico del día, que se repetía casi al término de cada canción era: ¡José José y rra rra rra!. Pero un grupo de señoras, con un aparente gran sentido del humor, no dudaron en entonar: ¡Sarita, Sarita rra rra rra!, en alusión a los problemas de los hijos del cantante los primeros días tras su muerte para conocer el paradero de los restos del cantante.
Aunque no todo el mundo disfrutó tanto del karaoke. Un hombre no duda en increpar a su mujer:
-"¡Ay vámonos ya! ¿O vamos a estar aquí todo el día?
-Ay pues déjame disfrutarlo, ve a comer algo, toma", le dice mientras abre el monedero.