Estamos tan acostumbrados a que los mapas estén orientados hacia el norte que a menudo olvidamos que se trata de una convención y que norte y arriba no son sinónimos. “No hay ninguna razón puramente geográfica por la que una dirección sea mejor que otra, o por qué los mapas occidentales modernos han naturalizado la asunción de que el norte debería estar arriba”, escribe Jeremy Brotton en su Historia del mundo en 12 mapas.
Brotton escribe en su libro que parece sensato que los mapas para navegar tengan en cuenta el eje norte-sur, debido al uso de brújulas, pero también apunta que se podría haber optado por el sur con la misma facilidad. Influyeron factores como el hecho de que los exploradores y cartógrafos de la era moderna procedieran de Europa, en el hemisferio norte.
En los mapas medievales judeocristianos y hasta finales del siglo XV, la Tierra se representaba orientada hacia el este, hacia la salida del Sol. Asia quedaba arriba, Europa abajo a la izquierda y África abajo a la derecha, como en el mapamundi de San Severo, del siglo XI. Al fin y al cabo, "orientar" viene de "oriente".
En cambio, los mapas babilonios y chinos se orientaban al norte, igual que los propuestos por el astrónomo Ptolomeo en el segundo siglo después de Cristo. En China, la orientación tenía que ver con el emperador: estaba al norte del país y todos sus súbditos tenían que mirar hacia él (aunque fuera de modo simbólico).
Los de países islámicos, de cartógrafos como Al-Idrisi (siglo XII), estaban orientados hacia el sur. La idea era que estuvieran mirando hacia la Meca. Muchas de las comunidades que se convirtieron al islam en la su primera fase de expansión, en los siglos séptimo y octavo, vivían al norte de esta ciudad.
Aun así, nos cuesta quitarnos de la cabeza que el norte es la parte “de arriba” del planeta. Estamos tan acostumbrados a esta visión que cuando el Apolo 17 fotografió la Tierra, la NASA le dio la vuelta a la foto antes de difundirla para que no pareciera que estaba bocabajo. Esta es la original:
Una colección para conocer el mundo
EL PAÍS reúne en la colección Grandes mapas de la historia a partir del domingo 13 de octubre. La primera entrega, La cartografía en la Edad Antigua (1,95 euros) estará disponible en quioscos y en la web de Colecciones.