Los nopales, como buena parte de las plantas en el mundo, son verdes. Son una variedad de cactáceas (o cactus) que caracterizan por tener una savia espesa y transparente que le dan una textura y sabor muy particulares. Crecen en la mayor parte del país y son muy saludables gracias a su gran cantidad de fibra soluble.
Pero también existen los nopales morados o violetas. Varias fotografías en Instagram retratan el particular color de estas cactáceas con flores amarillas, que se mezclan con varias tonalidades de verde. En la descripción o en los comentarios de muchas de estas fotografías, los usuarios aclaran que el color de las fotos no está manipulado con programas de edifición fotográfica:
El color morado es un indicativo que a estas plantas les hace falta agua, según dice a Verne la bióloga Gabriela Jiménez Casas, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM. “Como todas las plantas, tiene clorofila y cloroplastos, pero estos se van sustituyendo por otros pigmentos que le dan ese color cuando no recibe suficiente agua”, dice, vía telefónica.
Se trata de tres especies de la familia Cactaceae (que incluyen a un gran número de cactus) del género Opuntia, llamadas violacea, macrocentra y gosseliniana. Su crecimiento está restringido a la llamada Zona del Silencio en Durango, al norte de México y al sur del Estado de Arizona, en Estados Unidos.
Según explica la página de la Facultad de Ciencias de la UNAM, esta zona se encuentra en la Reserva de la Biósfera de Mapimí, un lugar desértico que se cobró fama porque un satélite artificial cayó en los años setenta en la zona. “Los cambios fisiológicos que tiene son respuesta al estrés hídrico que sufre esta especie”, dice Jiménez. “Estos nopales son muy aguantadores, pero cuando tiene falta de agua su fisiología cambia y cambia de color, podríamos decir que se sonrojan”, señala la bióloga.
En época de lluvias, estos nopales suelen verse verdes, pero cuando no han recibido agua, la clorofila (responsable de la fotosíntesis y el tono verdoso) se sustituye por carotenoides. “El color rojo o morado que vemos es por los carotenoides que existen en legumbres como las fresas o los betabeles, que dan esa pigmentación que va del rojo al violeta dependiendo de la especie”, indica Morales.
Estas tres especies no se encuentran en peligro porque se reproducen en colonia. Adicionalmente, algunos especímenes pueden llegar a medir entre tres y cinco metros de altura, y se hacen más llamativas cuando florecen, en la época de otoño. “México es muy favorecido con una biodiversidad muy amplia, con especies tan específicas y llamativas como esta”, dice la investigadora de la UNAM.
¿Y se pueden comer? Como todos los nopales que crecen en México, estas tres especies son comestibles, aunque se las puede encontrar un poco menos hidratadas y con un sabor algo distinto del de los nopales tradicionales, al no contar con suficiente agua en sus tejidos.