Días antes del Día de Reyes en México, muchas familias acuden a pastelerías y panaderías para comprar la rosca de Reyes, un tradicional pan que se comparte entre familias y amigos y con el que termina la temporada de fiestas de fin de año. El pan tradicional suele tener dos o más figuras del niño Dios. Pero como todas las tradiciones, la rosca también ha evolucionado.
En días recientes, un anuncio de una rosca de Reyes que sustituye la figura del niño Dios por pequeñas figuras de Yoda bebé ha sido compartido miles de veces en redes sociales y retomado por varios medios de comunicación.
Aunque la publicación original no especifica dónde se puede comprar este pan, varios medios de comunicación especularon con que se trataba de una panadería en Guadalajara (Jalisco). Lo cierto es que la idea fue de un diseñador industrial de esta ciudad que compartió su idea en sus redes personales. “Mi novia va a hacer rosca de Reyes y yo no sabía dónde comprar los muñecos de niño Dios, y como recientemente adquirí una impresora 3D y quería usarla para ganar dinero”, cuenta Uriel a Verne, quien prefirió no compartir su apellido ya que no cuenta con autorización de Disney para la reproducción de las figuras.
El personaje de bebé Yoda ha aparecido en la plataforma de video Disney +, The Mandalorian, que a pesar de que aún no está disponible en México y España, ha ganado gran popularidad en redes sociales. En Estados Unidos la serie se estrenó el 12 de noviembre, y aún no queda claro si este personaje está vinculado a Yoda, el personaje que entrena a Luke Skywalker en la primera trilogía de Star Wars, El regreso del Jedi.
Uriel dio con la figura del bebé Yoda para sus roscas casi por casualidad. El diseñador buscó en en una página de modelos para descargar figuras para impresora 3D, que acaba de adquirir. “Tecleé ‘bebé’ y me aparecieron las figuras de Baby Yoda. Me pareció buena idea, porque está muy de moda y para cambiar un poco la tradición por algo más nuevo y que a las personas les guste”, relata, vía telefónica.
En un principio la idea era solo conseguir un poco de dinero vendiendo las roscas entre sus amigos y familiares, pero en poco tiempo su idea fue retomada por varias páginas en México. “Conseguí un panadero que me va a hacer cuarenta roscas y las voy a vender entre mis amigos”, dice el tapatío.
Cada una de las figuras de bebé Yoda mide 2,5 centímetros, por lo que para cumplir su encargo requirió de 60 horas de impresión, ya que cada figura tarda en imprimirse entre 30 y 35 minutos. “No quise tomar más encargos porque no me iba a dar tiempo, así que solo se quedó en un pequeño negocio”, comenta. El costo de elaborar cada uno de estos muñecos es de 2 pesos de material, pero Uriel detalla que se cobra más por el tiempo y el esfuerzo que toma.
La tradición variante de la rosca de Reyes en México
Como hemos contado en Verne, la tradicional rosca es un pan muy ligero y esponjoso que se adorna con trozos de fruta cristalizada y un poco de azúcar. “La pasta tradicional lleva agua de azahar, es una masa rica en mantequilla que resulta en un pan muy suave y que se decora con fruta con dos muñecos para continuar con la tradición”, dice a Verne Rodrigo Llanes, chef e historiador culinario.
Sin embargo, como todas las tradiciones en el país, la receta y la forma en que se presenta esta rosca ha variado. En el mercado se las puede encontrar rellenas de otros ingredientes como nata, mermelada o chocolate, mientras que las cubiertas también pueden ir desde crema pastelera hasta figuras de chocolate. “Encuentro positiva esta evolución, porque se continúa la tradición no solo de la rosca, sino la de dar tamales el Día de la Candelaria”, dice Llanes.
De acuerdo con la tradición mexicana, quien parte la rosca y encuentra un niño Dios en su trozo, es responsable de elaborar o comprar tamales el 2 de febrero, cuando se celebra la Candelaria. “Se remonta a una cultura indígena y que es una mezcla de las tradiciones cristianas en el sincretismo”, dice Llanes. “Se trata de una fortuna que te toque el muñeco y te obliga a reunirte en torno a la cocina de un calendario sagrado”, comenta.
Para Llanes y el diseñador tapatío, se trata de una tradición muy mexicana. No importa si la figura es de un niño Dios o de un pequeño Yoda.