El 5 de diciembre de 2019, más de 10.000 mujeres se juntaron frente al Estadio Nacional en Chile para realizar la intervención del colectivo LasTesis contra la violencia machista. La mayoría, de más de 40 años, conocedoras del horror durante la dictadura de Pinochet, decidieron entonar el canto feminista frente a uno de los mayores centros de detención en la dictadura.
Antes de cantar Un violador en tu camino muchas de ellas no se conocían. Ese día, además de la sororidad, se plantó la semilla de la nueva agrupación política que este martes se registró en el Servicio Electoral de Chile (Servel): el Partido Alternativa Feminista (PAF). "El despertar que ha habido en Chile y la fuerza de LasTesis nos han demostrado que las mujeres sí podemos y que es el momento de influir en la construcción de un mejor país, más justo e igualitario", dijo a la Agencia Efe Rosa Moreno Moore, presidenta del nuevo partido.
Alternativa Feminista espera la aprobación de las autoridades electorales y cuenta con más de 900 simpatizantes. También necesita 10.000 firmas para poder consolidarse y presentarse a las elecciones para la Asamblea Constituyente de octubre que redactará una nueva Constitución.
En seis semanas, las 100 fundadoras de la agrupación crearon los estatutos, la directiva y los principios rectores. Vestidas de negro y con un pañuelo rojo en el cuello, las creadoras celebraban junto a unas 70 mujeres la inscripción en el Servel. Al salir muchas se abrazaron con caras de alegría y emoción. “Creemos que la nueva Constitución no puede ser redactada sin presencia feminista y sin paridad”, expresó Moreno Moore, quien fue directora de Greenpeace en Chile y vivió exiliada en Bruselas durante más de 20 años hasta 1997.
“La única manera de participar en el proceso constituyente sin depender de los actuales partidos políticos es precisamente dando vida a una nueva fuerza política”, explica el partido en un comunicado de prensa.
El PAF es el primer partido feminista de la historia moderna de Chile, aunque durante el siglo XX se crearon las primeras agrupaciones de esta naturaleza en el país. Este es el caso del Partido Femenino de Chile que entre 1946 y 1954, luchó por el derecho a votar de las mujeres en 1949. De sus filas salió la primera senadora, María de la Cruz Toledo.
Las exigencias de las feministas se han transformado aunque el impulso que las mueve sigue unido a la libertad y el deseo de cambio. “Aborto libre y gratuito para todas las mujeres, combatir la violencia machista y las urgencias planteadas en la explosión social de la rebelión del 17 octubre sobre el sistema de pensiones, la educación y la salud públicas”, señala a Verne Rosa Moreno Moore, al otro lado del teléfono.
Entre algunos de los principios del PAF aparecen el respeto a los derechos de las mujeres y las comunidades LGBTQ+, el reparto equitativo de tareas entre hombres y mujeres, la libertad de los pueblos originarios y su derecho a la autodeterminación, la protección del medio ambiente, la educación pública y gratuita, la lucha contra la corrupción y la remuneración de las trabajadoras del hogar.
El próximo 26 de abril Chile acudirá a las urnas para decidir si quiere una nueva Constitución que reemplace a la actual redactada durante la dictadura en 1980. De ser afirmativa la respuesta, los chilenos elegirán si se encarga a una comisión mixta constitucional (formada por parlamentarios en activo y miembros elegidos para ese efecto), opción que prefieren los partidos de coalición o si la elaborará una Asamblea Constituyente (con miembros elegidos específicamente para redactar la nueva Carta Magna), lo que quiere la mayoría de la oposición y las organizaciones sociales.
“Sabemos que la desconfianza hacia los partidos es tan grande, que no todas las compañeras querrán participar de esta iniciativa. Lo entendemos y lo respetamos”, dicen desde Alternativa Feminista.
La presidenta del nuevo partido dice que la fuerza de las demandas sociales desde el pasado octubre mantiene su esperanza y la de sus compañeras. “Es tal la aprobación que existe en la población para que haya cambios profundos que es el momento de hacerlo. Nos va a costar mucho pero estamos seguras de que lo vamos a conseguir”, afirma Rosa Moreno, quien asegura que no tiene miedo de utilizar las herramientas que la política tradicional ofrece para generar un cambio desde adentro.