Se acerca Carnaval y comienza la misión de buscar un disfraz para estas fechas. Si encontrar un atuendo original resulta ya de base complicado, a este problema se suele añadir otro si además eres mujer: muchos de ellos únicamente se centran en transmitir una estética sexy e irreal. La tuitera Ana Polo ha denunciado esta situación a través de un hilo de Twitter, en el que ha recogido ejemplos de disfraces que se podían encontrar en la web de Carrefour y en los que “toda profesión está hipersexualizada”. La compañía de supermercados ha optado por retirarlos tras la polémica.
Dentro de este hilo, esta periodista catalana de 29 años ha compartido cómo estos disfraces de profesiones para mujer siempre tenían un componente sexual. En él, se pueden ver desde trajes de cocineras con minifalda hasta de guardias civiles con una corbata colocada estratégicamente en el escote.
La tuitera empezó a explorar estos disfraces cuando la cuenta Bombers per la República denunció a través de su Twitter la hipersexualización de un disfraz de bombera. "Es un insulto a nuestra profesión, pero sobre todo es una falta de respeto y un menosprecio para todas las mujeres. ¿Se puede saber por qué la bombera no lleva pantalones?", reclamó este gremio en su cuenta. Polo se dio cuenta viendo el catálogo de que “cada oficio era peor y más ridículo”, según cuenta a Verne por teléfono.
Esta hipersexualización de los disfraces para mujeres no es algo nuevo ni exclusivo de Carrefour. “En general todos tienen este componente sexy, como si fueran para el rodaje de una peli porno”, afirma la periodista. Sin embargo, según sostiene, esto se agrava en el caso de los disfraces de trabajos porque “al no tomar nada en serio a las mujeres en campos profesionales” las denigra aún más. Por este motivo, para esta tuitera el peor de los trajes que ha compartido es el de sexóloga. “Lo que te intentan vender con ese disfraz es que es la doctora a la que te puedes follar, no una profesional que te puede ayudar”, cuenta.
En las respuestas a su tuit, muchos usuarios han resaltado que esta sexualización de las mujeres se puede ver incluso en los atuendos para hombre. En concreto, se han referido a dos disfraces que parodian a una “socorrista brasileña” y a una “abuela exhibicionista”, ambos con grandes pechos y cuantioso vello público. Para Polo esto supone “otra vez la humillación de la mujer que no se ciñe a los patrones estéticos convencionales”. Una afirmación a la que añade: “Hace gracia porque va sin depilar y me parece ridículo”.
Desde Verne nos hemos puesto en contacto con Carrefour para conocer su versión. Fuentes de comunicación de la empresa sostienen que estos productos fueron alojados en su marketplace por un proveedor externo que, aunque tenga un acuerdo para vender en esta plataforma online, es ajeno a Carrefour. La empresa afirma que los retiró de la venta en cuanto supo de su existencia. Actualmente no se puede encontrar ninguno de ellos en su web.
Aunque hayan sido retirados de esta empresa en concreto, no resulta nada complicado encontrar trajes de estética similar en cualquier otro lugar. "Casi todos los disfraces de enfermera tienen falda o minifalda. Normalmente, no se vende ninguno para chica con pantalones", contó Miguel Ángel Sánchez Gómez, gerente del almacén de disfraces y tienda online Comarfi a Verne en un artículo sobre el origen de estos atuendos hipersexualizados.
Origen y evolución de los disfraces hipersexualizados
Lo curioso de estos disfraces sexys es que nacieron con un objetivo totalmente distinto al actual. Como ya explicamos en el artículo anteriormente mencionado, su origen se remonta a los años 70 en Estados Unidos, donde surgieron como una forma de reivindicación unida al movimiento de liberación homosexual. Con el paso del tiempo, empezaron a sexualizarse y a estereotiparse en el caso de las mujeres hasta que en los años 90 llegaron a España.
Muchas voces críticas han respondido al hilo de Twitter afirmando que si estos trajes siguen a la venta es porque las mujeres los compran y no supone un problema para ellas. Para Polo: “Falta un poco de conciencia feminista para ver que es una manera más de utilizarnos como objetos sexuales". Aunque también recueda que "no se debe juzgar a las mujeres que lo llevan".
Polo trata de reivindicar que el Carnaval siga siendo una celebración en la que el objetivo sea divertirse sin tener que estar ceñida a esto también tenga que ser sexualizado. Aunque esta tuitera todavía no tiene cerrado cuál será su disfraz concreto, sí que tiene claro que irá con alguno que sea de animal. “Lo que me apetece es ir cómoda y no pasar frío”, sostiene, “no ir pendiente de unos tacones o un escote”.