Es la quinta vez en la historia que la Feria del Libro de Madrid -que este año por la situación sanitaria se celebrará del 2 al 18 de octubre- tiene un cartel hecho por una mujer. Hasta la edición de 2006 ninguna artista había firmado la que es la cara visible de uno de los eventos más destacados del parque del Retiro, al menos de manera oficial, como recuerda la autora del cartel de esta edición, Nuria Riaza (Albacete, 1990). “Revisé carteles muy antiguos y vi que algunos no tenían firma, pensé que quizá fuese porque las autoras eran mujeres. Por eso, con este trabajo quiero homenajear a esas artistas que han hecho cultura desde el anonimato en todos los campos”, cuenta a Verne por teléfono.
Ese es el motivo para que la mujer que aparece en el cartel de la Feria del Libro de Madrid 2020 tenga el rostro inacabado. Riaza asegura que aunque se ha inspirado en varias obras de arte barrocas y renacentistas en sus innumerables visitas al Museo del Prado, no tiene una referencia concreta. La protagonista aparece con un libro entre las manos porque la albaceteña también quiere recordar a la mujer lectora: “Durante muchos años las mujeres han leído en la sombra y para evadirse de una realidad impuesta. Además, quiero recordar a aquellas que no han tenido la suerte de saber leer y escribir, que no han tenido a la cultura como salvación”.
Aunque Riaza vive en Valencia desde hace años, ha visitado con frecuencia la feria madrileña porque en su familia es tradición hacer una visita a la capital cuando el parque se llena de casetas y libros. La técnica que ha utilizado la ilustradora para diseñar el cartel también tiene una parte tradicional, los bordados de algunos detalles y de las letras están inspirados en el punto de cruz y el ganchillo que le enseñaban cuando era pequeña sus dos abuelas. El dibujo principal está hecho únicamente con bolígrafo. “Desde siempre dibujo con boli, durante la carrera de Bellas Artes utilicé otras técnicas, pero al final lo más barato era el dibujo”, explica la ilustradora, que reconoce que compra los bolis de la marca Bic en cajas de 100 y que cada una le puede durar un par de años.
La artista reivindica los errores como parte de las obras. Tanto el bolígrafo como los bordados “no se pueden borrar ni deshacer; si hay un fallo estará ahí para siempre”, una circunstancia que hace reflexionar a Riaza: “La historia no se puede cambiar, pero podemos educar para que el futuro sea realmente igualitario”. Respecto al resto de las figuras de la composición, explica que esconden “mucho simbolismo asociado al goce del libro”. La casa donde se encuentra la mujer es símbolo de “hogar”; la vegetación, de “crecimiento y de ese olor a papel nuevo o viejo que se expande”; el caballo de fuego es “fuerza y liberación”; y destacan “las golondrinas eternas, que siempre vuelven, y representan la libertad”.
La ilustradora ha trabajado para Warner Music, Penguin Random House, ha expuesto cinco veces en solitario y es la autora de la portada del libro Nadie dentro de ti, de Roy Galán. Aquí puedes ver algunas de sus obras: