Las calles del pueblo malagueño de Villanueva de Algaidas, donde Antonio Carlos Alcántara nació hace 33 años, se han llenado de banderas con los colores arcoíris como respuesta a un gesto que él asegura no comprender. El gobierno municipal cubrió el pasado lunes el balcón del ayuntamiento con una tela arcoíris para conmemorar el Día Internacional del Orgullo LGTBI+ pero, ni 48 horas después, tuvieron que descolgarla. Tres vecinos de la localidad, de 4.000 habitantes, habían acudido a la Guardia Civil para pedir su retirada. También lo solicitó uno de los concejales municipales. “Lo estudiamos y vimos que existía una base legal para ello, así que la quitamos”, cuenta a Verne el alcalde, Juan Cívico (PSOE). ¿La respuesta de los vecinos? Colocar más de 400 banderas multicolor en sus viviendas. “El pueblo entero está lleno. La respuesta ha sido increíble”, cuenta Antonio Carlos Alcántara. Él ha sido el encargado de hacer llegar al municipio esos centenares de banderas.
Villanueva de Algaidas organiza cada año diferentes actividades “en pro de la igualdad en su término más general”, según explican desde el Ayuntamiento en un comunicado publicado tras la retirada de la bandera. Una de esas actividades es la colocación de la tela arocíris en el consistorio, pero la denuncia de tres vecinos ha impedido que siga ahí. Una reciente sentencia del Tribunal Supremo prohíbe a las Administraciones usar, incluso de manera ocasional, banderas no oficiales en edificios oficiales. Y tras la advertencia de la Guardia Civil, el regidor, tomó la decisión. “Si lo dice la Ley, pues nada, la retiramos. Eso sí, a partir de ahí, que la gente ponga lo que quiera en su balcón”, afirma el alcalde. “En los tiempos que vivimos, no me parece bien que la gente se meta tanto en lo que hagan los demás”, subraya.
“Yo vivo en Torremolinos y mi hermana me llamó contando lo que estaba pasando, así que decidí irme para allá con más de 300 banderas arcoíris”, explica Antonio Carlos Alcántara por teléfono a Verne. Ahora vive en esta localidad de la Costa del Sol, donde regenta un sex-shop y un bar. Tenía ese arsenal de banderas como provisión para vender durante los eventos del Día del Orgullo LGTBI+ en Torremolinos, cancelado por la crisis sanitaria. “Yo voy todos los miércoles al pueblo a comer con la familia, así que me las llevé para regalarlas y ponerlas a disposición de todo el que la quisiera”, subraya el malagueño.
Alcántara recibió múltiples peticiones y pasó varias horas repartiéndolas casa por casa junto a un amigo. Ahora han convertido a Villanueva de Algaidas en un pueblo blanco lleno de color. “Incluso las tiendas que tenían este tipo de tela han gastado todas sus existencias, hay arcoíris por todas partes”, añade Alcántara. La iniciativa también se ha popularizado a través de redes sociales: un tuit que se hacía eco de la historia, publicado por el tuitero @FelixIzq94_ este 25 de junio, ha superado los 41.000 retuits en menos de un día.
Ventanas, balcones, centros vecinales, espacios deportivos, bares… Todos muestran ahora banderas con los colores rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta. “Con bandera o sin bandera, el equipo de Gobierno quiere dejar claro que, pese a quien le pese, siempre se va a posicionar a favor de la igualdad, la tolerancia y el respeto de todos colectivos”, explica el ayuntamiento en su comunicado. “Seguimos reivindicando este día que tanta importancia tiene para tantas personas que siguen sufriendo discriminación, falta de respeto o incluso violencia física por su condición sexual”, añadían en otro comunicado publicado en el Facebook del consistorio.
“Es una iniciativa que nos ha emocionado especialmente. El gesto del pueblo es importantísimo, muy llamativo y que nos llena de felicidad”, asegura por su parte Antonio Ferre, presidente de la federación Andalucía Diversidad LGTB. El responsable de esta organización critica que el Ayuntamiento haya tenido que quitar una bandera “por una sentencia que es interpretable, pero a la que se agarran los partidos ultra para hacer estas cosas”. Ferre cree que la bandera es garantista de derechos y defiende la pluralidad y que en estas fechas es importante para “reivindicar que la vida sigue”. “No es momento para hacer actos festivos por la crisis sanitaria que atravesamos, pero gestos así son maravillosos”, concluye.