Se la conoce como una de las palabras más bellas del español de México. Apapachar, más que dar un abrazo o expresar afecto, tiene una definición poética extendida en el imaginario de los mexicanos. Muchas publicaciones en redes sociales se comparten ampliamente a lo largo del tiempo, brindando a esta palabra el significado de “acariciar con el alma” desde la lengua náhuatl.
Sin embargo, aunque se trata de un bello significado, no es del todo preciso. “Se tiene en mente la parte más poética de esta lengua indígena y por ello se piensa que todas las palabras que se heredan de ella tienen que tener un significado metafórico”, dice a Verne Georgina Barraza Carbajal, gramática en la Comisión de Consultas de la Academia Mexicana de la Lengua. El escritor de origen náhuatl Mardonio Carballo también indica que “acariciar con el alma” no es un significado preciso para apapachar. “Este nahuatlaco de la huasteca veracruzana difiere de esa acepción, me parece que se ha romantizado”, comenta a Verne, vía telefónica.
Barraza detalla que esta voz, aunque sí tiene un origen en la lengua náhuatl, entró en un proceso conocido como metaforización. “Primero tienen significados muy concretos que después adquieren significados más abstractos y metafóricos”, dice la gramática. Al igual que con esta palabra, la metaforización suele presentarse en préstamos de otras lenguas, sean indígenas o extranjeras. “La metáfora de apapachar se produjo en español: cedida por el náhuatl y con un significado que se produce en nuestra lengua y no en la de origen”, detalla.
El apapacho: desde apretar hasta cubrir
Hay dos etimologías documentadas para la palabra apapachar. El Diccionario breve de mexicanismos de Guido Gómez de Silva indica que la palabra proviene de a- + papacho, del verbo nahua papatzoa, patzoa, que significa “apretar”. “De ahí se entiende que apretar algo se pudo trasladar a este apapacho que implica un abrazo y que generalmente implica un contacto físico”, comenta Barraza.
Carballo indica que se trata de un sonido propio del náhuatl. “Si uno junta las dos palmas y luego las separa, el sonido desde el oído nahuatlaco será patch y si uno lo repite varias veces es un sonido onomatopéyico de dos cuerpos que se separan”, explica.
Si se toma como base la voz patzoa, el apapacho es una reduplicación de esta palabra. “La reduplicación de la palabra es un mecanismo frecuente como recurso expresivo que se hace en muchas lenguas, incluida el español, y sirve para aumentar la intensidad”, dice Barraza.
Existe otra posible definición del origen del apapacho, documentado en el Diccionario de la lengua náhuatl o mexicana de Rémi Simeón. Además de patzoa, esta voz se asocia a pachoa, que significa “cubrir, quedar cubierto algo, particularmente la gallina que cubre los huevos y los incuba”. “Esta también es una metáfora que define muy bien, porque el apapacho es el calor y el cariño que cubre”, dice Barraza.
La controversia por el apapacho, ya sea que venga de patzoa o pachoa, también se recoge en el Diccionario del náhuatl en el español de México, coordinado por Carlos Montemayor. “Ahí indica que puede ser una reduplicación de esas dos voces, y se deben de considerar ambas, aunque la más extendida es la que deriva del verbo patzoa”, comenta Barraza.
Apapachar a la distancia
Es difícil imaginar un apapacho sin pensar en un abrazo prolongado y afectuoso que implica necesariamente el contacto físico. Sin embargo, la metáfora que se ha extendido con el uso de esta palabra, de “acariciar con el alma”, viene muy bien cuando una pandemia nos impide abrazarnos.
“Más allá de la etimología, en estos momentos el apapacho es muy importante”, dice Carballo. “En tiempos de pandemia y de despedidas sin ritos, es muy importante la caricia y el apapacho, aunque no nos podamos tocar, acariciarnos con el alma es fundamental”, comenta el escritor.