Los restaurantes son uno de los escenarios clásicos para historias de humor: no hay programa de sketches que no incluya escenas entre mesas, barras y camareros. Además, nuestros intentos más o menos exitosos en la cocina y nuestra incapacidad para diferenciar un buen vino de un calimocho sin hielos son más material para bromas y chistes. Por supuesto, también en Twitter, donde cualquier error humano es susceptible de explicarse en un máximo de 280 caracteres, incluyendo planteamiento, juego de palabras y remate. Ofrecemos unos cuantos ejemplos de este humor gastronómico tuitero.
Algunos consejos básicos
De tapeo
Vamos de restaurante
¿Podría llamar al sumiller, por favor?
Cocinando en casa
El postre
La copa
El clásico