La Cámara de Diputados votó en contra de eliminar el 16% de IVA a las toallas sanitarias, tampones y copas menstruales. Con 218 votos en contra, 185 a favor y 11 abstenciones los diputados tumbaron la propuesta del grupo Menstruación Digna, presentada por la diputada de Movimiento Ciudadano, Martha Tagle, que busca una política fiscal con perspectiva de género en la que las mujeres no paguen impuestos relacionados con un proceso biológico que aumenta la desigualdad social, especialmente para las mujeres con menos ingresos en el país. La iniciativa pretende que estos productos sean considerados de primera necesidad como los alimentos o los medicamentos y que se repartan de manera gratuita en las escuelas y a la población con menos recursos.
“No se puede pagar un impuesto por menstruar. Si en esta tribuna hemos discutido y se han aprobado ajustes fiscales sobre otro tipo de bienes que afectan la economía personal, como medicinas o alimentos, cuál sería la diferencia con los productos de gestión menstrual”, ha afirmado la diputada de Morena, Wendy Briceño. “Eliminar este impuesto, que solamente pagan las mujeres por un proceso fisiológico por el que pasamos de manera natural, es un asunto de justicia tributaria, con el cual tenemos que empezar a ver el tema de los impuestos”, agregó la diputada Martha Tagle.
La propuesta elaborada por Fundar, Oxfam México y el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México (Copred), señala que el IVA es un impuesto al consumo que a diferencia de otros impuestos, no distingue entre quién lo paga y por lo tanto, impone cargas tributarias iguales pese a la desigualdad económica y de género en México. “En México las políticas públicas y tributarias carecen de perspectiva de género y derechos humanos, mientras hombres y mujeres continúen enfrentando realidades socioeconómicas diferentes, los sistemas tributarios -que son neutros al género-, van a afectarles de manera diferente”, explica Paulina Castaño, investigadora de justicia fiscal del centro de investigación y análisis Fundar.
Entre los legisladores que votaron en contra de la medida argumentan que la medida supondría un agujero a las finanzas públicas en plena crisis sanitaria y representaría un gran beneficio para las empresas que fabrican estos productos. La diputada Tatiana Clouthier se abstuvo y argumentó a través de redes sociales que la medida no logra el propósito de lograr un mejor precio a las usuarias.
Una mujer menstrúa 2.535 días de su vida, lo que equivale a 7 años seguidos. Según datos del INEGI, más de 63 millones de mujeres, niñas y adolescentes en México -entre 15 y 50 años- menstrúan en la actualidad. De ahí, de acuerdo a la investigación de Fundar, 4 de cada 10 vive en situación de pobreza multidemensional. “Los impuestos al consumo afectan de manera desproporcionada a las mujeres y personas menstruantes que tienen que hacer un gasto adicional para gestionar su menstruación”, afirma Castaño.
“Necesitamos 360 toallas o tampones al año, es decir 720 pesos anuales que equivalen al 5% del total de gastos de un hogar del 10% más pobre en el país, lo que es muchísimo”, puntualizan desde Fundar. Según un estudio reciente por la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, en México existe una brecha salarial del 16% entre hombres y mujeres en los trabajos pagados. A eso hay que sumarle la desigualdad de género y las divisiones sexistas del trabajo doméstico y de cuidados, sin remunerar.
México no es el primer país en la región en que se discute una medida de este tipo. En Latinoamérica existen algunas iniciativas parecidas a la que se ha planteado en México. Colombia fue el primero en Latinoamérica en eliminar el impuesto a la menstruación y en Argentina hay una propuesta legislativa similar.