Más de 600.000 personas han visto en una semana un vídeo que explica cómo podar el bosque. Cuando digo podar el bosque me refiero a apartar la maleza del árbol. A afeitarse la zona de abajo. Sí, estoy teniendo los mismos problemas que el guionista del vídeo para explicar un proceso que cada vez es más común, siguiendo la tendencia del body grooming o el manscaping. Es decir, afeitarse (o recortar) el vello corporal, que además es un mercado nuevo para un sector, el del afeitado, que ha visto cómo en los últimos años se han puesto de moda las barbas.
El vídeo ha sido un éxito en España. Se trata de un contenido internacional y dirigido exclusivamente a Youtube (no lo veremos en televisión), pero las versiones de otros países no han tenido tanta repercusión como en nuestro país: en inglés suma menos de 60.000 visionados y en alemán, apenas 1.500, por ejemplo.
Luis Suárez, responsable de relaciones públicas de la compañía en España, explica que se trata de una afeitadora dirigida a un público más joven "y muy consumidor de redes sociales", que ha compartido el vídeo "en Twitter y por Whatsapp", pero es consciente que resulta difícil saber por qué ha gustado más que otros y que en otros lugares. También cree que ayuda el doblaje, al que se le ha dado un tono intencionadamente "casero, porque aumenta la viralidad, al sembrar alguna duda acerca de si el vídeo es real o no".
Los eufemismos abundan en un vídeo que explica que el protector evita el contacto directo con “las joyas de la corona”, que hay que “sujetar el mástil por la punta”, bajar hasta “las rocas del bosque” para que al final otro pájaro vuele libre. Suárez explica que hubo que adaptar el lenguaje al traducirlo "para evitar ser obscenos", y añade que "esta traducción local le da un tono más gracioso y más viralizable".
El humor (básico, lo admitimos) es el eje central de muchos de los anuncios del sector del cuidado corporal masculino. Como en este otro anuncio también de Philips y de 2006: todo eran pitidos censurando ciertas palabras. El vídeo está en inglés, pero no hay mucho problema en entender que el señor quiere explicar cómo afeitar sus **** y sus **** con la delicadeza y seguridad necesarias.
Gillette tiene un tutorial de 2009 que suma más de seis millones de reproducciones y otro del año pasado, grabado como si fuera un testimonio, que se acerca a las 900.000. También hay versiones en español, como en el caso de este dirigido al mercado latinoamericano y que lleva 1,6 millones de reproducciones desde 2012. De nuevo, el vídeo cuenta con algunos de los menos sutiles eufemismos de la historia: “Cuando no hay arbustos, el árbol se ve más alto” y “con un poco de sentido común evitarás poner tu equipo en riesgo”.
Podemos encontrar más metáforas en artículos sobre body grooming, incluyendo la zona peligrosa y el tren de aterrizaje, a las que podemos sumar el de “mantener la casa en orden", como sugería este anuncio del año pasado de una afeitadora de Schick en el que un hombre quita todo el tapizado y las alfombras de su casa, además de limpiar a fondo el sótano: "El piso de arriba estaba más o menos bien. El de abajo... Pf...".
Otro vídeo con una estrategia similar es este de Axe de 2010, en el que se nos anima a los hombres a limpiarnos las pelotas. Sí, aunque no lo parezca sigue siendo un doble sentido: en el anuncio se presenta una esponja para limpiar pelotas, que en el anuncio son de fútbol, de ping-pong, de tenis… Ya lo pilláis. Tres millones de reproducciones para un vídeo en el que se intenta responder a la pregunta (cuidado, que va; que nadie diga que no he avisado): “¿Cómo pueden los chicos limpiar sus pelotas para que sea más divertido jugar con ellas?”.
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