Los matemáticos siempre recordaremos a Les Luthiers por su Teorema de Thales, cómo no hacerlo si como dice Johann Sebastian Mastropiero -su verdadero autor- "Querida Condesa, nuestro amor se rige por el teorema de Thales, en efecto, cuando estamos horizontales y paralelos las transversales de la pasión nos atraviesan..." No sigo, es mejor oírlo.
Este "divertimento matemático" fue creado por Carlos Nuñez, uno de sus miembros, que como cuenta aquí utilizaba la música para recordar los terribles teoremas de análisis matemático que sus enemigos - los matemáticos, él es químico - habían construido. La obra tuvo muy buena acogida entre sus compañeros de facultad en los 60, tan buena que le valió para entrar en Les Luthiers. Lo que resulta más grato para un profesor es que el teorema que cantan es el verdadero, o sea, que si no te lo sabías y lo aprendes, ya sabes algo más de matemáticas.
La ciencia fue siempre inspiración para Les Luthiers que como anunciaban en su Opus Pi - espectáculo de 1971- "con muy extraños elementos y un arte muy singular, creamos nuestros elementos, y después los hacemos sonar".
Otro de nuestros matemáticos favoritos, Arquímedes y su famoso principio, tiene al menos dos apariciones en la obra de estos maestros argentinos, mi favorita es La gallinita dijo EUREKA, incluido en el espectáculo Hacen muchas gracias de nada (conviene estar atentos a los nombres de los discos y espectáculos).
Les Luthiers reflejan -a la perfección- el ambiente de estudio y perfeccionamiento universitario en el documental Visita a la Universidad de Wildstone.
Tampoco le hacen ascos a las humanidades, como con su Cumbia epistemológica.
O incluso a las ciencias ocultas, con las que los viajeros de la nave del misterio también se verán satisfechos.
Para ellos el entretenimiento y la ciencia siempre deben estar unidos.
A estas alturas, lector, espero que te gusten Les Luthiers, porque si no, no sé que haces leyendo, tampoco sé por qué te gustan, tal vez sea por lo mismo que me gustan a mí: por el uso tan creativo que hacen del lenguaje. En el libro de su miembro más científico Los juegos de Mastropiero - que está prologado por el genial divulgador matemático Adrián Paenza- se analiza desde la perspectiva del ludolingüismo, de los juegos del lenguaje, su obra.
Estos "Grandes hitos" argentinos que ahora pierden a Daniel Rabinovich no dejarán de hacernos reír nunca, que es lo que queríamos demostrar.
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