Me encontré 500 euros en el cajero y decidí devolvérselos a su dueña

Encontré el dinero en un cajero de Cádiz y se lo entregué a la Policía. La dueña todavía no ha aparecido

Era el Black Friday, así que imaginaos la cola que había en el cajero automático. Para matar el tiempo, estuve trasteando con mi smartphone hasta que finalmente llegó mi turno. Y, entonces, al levantar la cabeza me encontré con que la persona que había sacado dinero antes que yo se había dejado 500 euros.

Como estaba mirando el móvil, tampoco me había fijado mucho en esa persona. Sé que era una mujer de mediana edad, pero nada más. Lo primero que hice fue mirar a mis lados para comprobar si aún estaba ahí. Pero la mujer se había esfumado entre el torrente de personas que hacían sus compras por el Black Friday.

Por un instante sí que tuve el impulso de quedarme con el dinero. Os mentiría si os dijese lo contrario. Tengo 25 años, el año pasado acabé la carrera y ahora mismo tengo mi primer empleo. Mi situación no es la más desahogada. Y es muy fácil imaginarse a uno mismo de vacaciones o pegándose una buena comilona.

Pero después de pensarlo un poco, enseguida sentí el impulso de devolver los 500 euros a su legítima dueña. En ese momento, hay que ponerse en la piel de la persona que los ha perdido. Creo que ahora mismo estoy más contento por haberlos devuelto que si me los hubiese quedado. Al fin y al cabo, aunque sin plenearlo, eso hubiese como un robo.

Pero claro, no sabía muy bien qué hacer para devolverlos. Eran las 21.20, así que el banco ya estaba cerrado. Me quedé un rato junto al cajero, pero la dueña no regresaba. Por suerte, en un momento dado pasó por mi lado un coche de la policía local de Cádiz. Les conté la historia y ellos no sabían muy bien cómo actuar. Adivino que estas escenas no ocurren a menudo. ¿Debían llevar ellos el dinero a comisaría? ¿O debía llevarlo yo personalmente? Al final, se quedaron con mis datos y con el dinero. A cambio, me entregaron una especie de recibo.

Por lo que sé, la dueña todavía no ha aparecido. Pero la policía está tratando de dar con ella. Hay quien dice que la dueña debería recompensarme, aunque yo creo que no es necesario. Si hubiese querido el dinero, sencillamente me lo habría quedado y nadie se habría enterado. Yo solo quiero que los 500 euros vuelvan a sus manos.

También ha sido divertido conocer las reacciones de la gente. Muchos amigos me decían que debería haberme quedado con el dinero. Mientras, en mi familia se sentían muy orgullosos por mi reacción. Pero por mucho que digan mis amigos, deberían haberse visto con el dinero en la mano. Yo creo que muchos de ellos también lo habrían devuelto.

Al final, con la tontería, perdí mi turno en el cajero y no me dio tiempo a llegar al supermercado antes de su cierre. Como no me quedaba comida en casa, me tocó cenar fuera. Así que al final toda la escena me acabó costando dinero. Pero al menos ahora tengo la conciencia tranquila.