La Navidad es una época de alegría y paz, pero hay que ser realistas: no todo es tan bonito como parece. Convivir con toda tu familia puede ser muy estresante, especialmente si no compartes ciertas creencias con tus parientes sobre la diversidad sexual, cultural y la equidad de género. Durante una noche por lo menos no podrás escapar de los comentarios pasivos agresivos, las opiniones clasistas o racistas o una que otra interacción incómoda con algún familiar lejano. Eso es lo que muestra la parodia de Estereotipas, un espacio multiplataforma de humor sobre feminismo. El video publicado en Facebook registra más de 60.000 reproducciones en un día.
"La mayoría son situaciones que nos han pasado, en algún punto de nuestras vidas", escribió Estefanía Vela, cofundadora de Estereotipas, en un correo electrónico a Verne. "Y si no a nosotras, a personas muy cercanas que conocemos. Hacer el video fue catártico". El video fue ideado y producido por Vela, Catalina Ruiz y Marcela Zendejas.
La regla común para la sana convivencia en estas reuniones decembrinas es no hablar de política ni religión, pero eso debe cambiar por los recientes movimientos como el Frente por la Familia, dice Vela, en el video. "Si nosotros no podemos convencer a nuestras familias de que dejen esos prejuicios, que luego se convierten en votos, ¿quién lo hará?", comenta Ruiz, la otra fundadora de Estereotipas.
Algunos de los consejos que ofrecen las protagonistas del video para cambiar esta situación son:
1. Recuérdales a tus padres que eres gay (si lo eres) y tu novio o novia son eso y no tus amiguitos.
2. Exige tu derecho de no tener que convivir con tu familiar acosador o a tus parientes homofóbicos.
3. Si la opción 2 no es viable, confronta al acosador y cuestiona los comentarios y posturas de discriminación para evidenciar que los argumentos tienen poco sustento.
4. Defiende a tu familiar si es discriminado por alguna razón por otros miembros de tu familia.
5. Busca un aliado en tu familia con quien puedas conversar y defender tus ideas.
6. Si no existe ese aliado, invita a tu amiga feminista a la cena de Navidad.
"No son, por supuesto, las soluciones", comenta Vela a Verne. "Mucha de la violencia y discriminación que se vive en la familia es estructural y por más que una/uno solita/solito intente remediarla, no se va a poder. Pero lo que es importante para nosotras es mandar el mensaje de que es válido cuestionar y hasta mandar al carajo a la familia, si no es, de hecho, un lugar amoroso".