Los mexicanos siempre encontramos el lado humorístico de todo y los memes son prueba de ello. En México es raro que las noticias políticas no vengan acompañadas por decenas de bromas que se esparcen por internet, en ocasiones con mayor alcance y velocidad que la noticia en la que está inspirada. La gama de ejemplos es tan amplia que para al ilustrador mexicano Mario Flores no fue complicado recopilar algunos de los mejores en un libro. Bajo el sello de Editorial Planeta, en Febrero de 2017, se publicó ¡Ay si Ay sí! Un libro de memes, el cual reúne poco más de 300 memes creados en México que se han compartido miles de veces en redes sociales.
La intención de Flores fue reunir lo más representativo del acontecer actual en México y demostrar que este tipo humor es una vía de escape y un canal para expresar opiniones. “Muchos dicen que los memes no valen la pena e incluso creen que es raro que exista un libro que los recopile. Por eso lo hicimos”, dice a Verne en entrevista telefónica el también locutor de radio. “Los memes van y vienen y son tantos que después ya no los recordamos. Creo que es algo que vale la pena tener de manera física pues han cambiado la forma en la que nos comunicamos y operamos”.
Al contrario de cómo se consumen en la web, de acuerdo con el autor, este libro tiene un orden y un sentido. Las imágenes están organizadas en secciones y además están acompañados de caricaturas hechas por el autor. “El libro está dividido en espectáculos, deporte, política y cosas mexicanas”, explica. “Incluye muchas gráficos de ladies y lords, furcios de nuestro presidente Enrique Peña Nieto, pero también hay material de política internacional”. El Brexit, el aguacate, Chabelo y, por supuesto, Donald Trump figuran en las páginas de esta recopilación.
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Las temáticas que quedaron fuera del libro son variadas. Flores considera que no se debe compartir nada que la ley no permita. “Memes que tengan que ver con abuso de menores, invasión a la privacidad o bullying no tienen una razón de ser”, dice. “Tampoco los sexistas, machistas, despectivos o clasistas y de esos hay muchísimos. Creo que sí tenemos que poner más atención a lo que compartimos y a lo que la gente a nuestro alrededor comparte”.
Aunque Flores acepta que el objetivo principal del libro es que el lector agite la cabeza y se ría de lo que está pasando, pues el contenido es ligero, también busca que ciertos temas no se olviden. “Desafortunadamente el usuario mexicano es de crear el meme, destacar la burla y luego olvidarla”, comenta. “Si logramos que los memes no se pierdan en el timeline, podríamos sí reír, pero también recordar y, por supuesto, indagar sobre ciertos temas”.
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