Con cada nueva campaña electoral, una nueva red social que alimentar por los políticos. Lejos quedaron aquellas elecciones en las que los candidatos que usaban personalmente Twitter eran los más cool. Después llegó Facebook, Instagram, los AMA (entrevistas digitales), mantener canales de YouTube… Pero siempre ha habido grados y, mientras lo más arriesgado que ocurrió en las últimas generales españolas fueron las visitas de los políticos a la casa de Bertín Osborne o a El Hormiguero, los candidatos franceses han tenido que meterse de lleno en Snapchat, la red social estrella enter los jóvenes.
Hacer vídeos en YouTube - como hace Mélenchon, que tiene su propio canal - ya no es suficiente. Los candidatos franceses no solo han retransmitido su campaña en Snapchat -algo que ya hicieron los candidatos de EE UU - sino que en los últimos días han respondido a las preguntas de los usuarios, elegido sus filtros preferidos con los filtros e incluso han aceptador retos. De momento, a la cabeza del molómetro se sitúa Emmanuel Macron, que consiguió - a la segunda - el Bottle Flip Challenge sin despeinarse después que de que le retara una usuaria de Snapchat. "Voilà", acaba diciendo en este vídeo que él mismo tuiteó después desde su cuenta y que, en menos de 24 horas, superaba los 25.000 retuits. El tuit es ya el más retuiteado de todos los que ha lanzado desde su cuenta en esta red social.
La pasión política de los franceses alcanza niveles que no podríamos imaginar en España. Sin embargo, las encuestas, tan apuradas, lanzan un dato que preocupa a los candidatos: la abstención podría alcanzar el 34%, algo insólito en el país. Y puede llegar a ser la primera opción entre los menores de 25 años. Con ese panorama, cualquier voto joven es oro y para conseguirlo los políticos tienen que meterse en su teléfono móvil.
El conservador Fillon es el único que no cuenta con su propio perfil en la red social, pero sí se ha prestado a probar sus filtros. También lo han hecho Marine Le Pen y Benoït Hamon y han posado con las máscaras que han hecho famosa a esta red social, donde los vídeos duran 10 segundos y desaparecen a las 24 horas. Entre los principales candidatos, el único que no ha acudido a la cita es Mélenchon. Curiosamente, el candidato izquierdista ha usado hologramas durante su campaña para conseguir dar varios mítines en lugares distintos al mismo tiempo.
Además de jugar con las opciones de Snapchat, los candidatos recibieron las preguntas de los usuarios, muchos de ellos con aspecto de ser incluso menores de edad y pudieron tomar el pulso de lo que interesa a los más jóvenes. Aunque a veces contestaron con evasivas. Hamon respondió - vagamente -a preguntas sobre la regulación del consumo de cannabis (este es el vídeo de la entrevista): “Habrá que ponerse en marcha… para saber exactamente cómo ponerla en marcha”. Marine Le Pen, que cantó una canción, se enfrentó a la pregunta de una joven que le cuestionó si realmente conocía el mundo árabe: “Sí, lo conozco y lo respeto. Quiero que vivan en paz y por eso hay que terminar con el apoyo al fundamentalismo islamista”.
Emmanuel Macron, además de enfrentarse al reto de la botella y de aconsejar a un alumno que se confiesa enamorado de su profesora de derecho penal, tuvo que explicar su propuesta de un servicio nacional universal, de un mes y para todos los jóvenes independientemente de su género, heredero del antiguo servicio militar. Y en su intervención, Fillon esquivó un asunto de interés nacional: ¿debería Benzema volver a la selección francesa?