Si en los años 90 Aznar subía a sus mítines a Norma Duval y Concha Velasco protagonizaba anuncios electorales en apoyo a Felipe González, el mejor fichaje que podría hacer un partido actualmente no sería una cantante ni un presentador de televisión. Sería un youtuber.
Ídolos de la llamada generación millennial, acumulan millones de seguidores que esperan sus vídeos y leen sus mensajes en redes sociales. Un grupo de jóvenes con la suficiente capacidad de influencia como para movilizar miles de votos, como bien saben en Estados Unidos, donde Barack Obama se ha dejado entrevistar en varias ocasiones por algunos de ellos. En España, en el último barómetro del CIS la opción "No sabe todavía" fue la segunda más elegida por los entrevistados entre 18 y 25 años.
Sin embargo, los referentes de los más jóvenes rara vez hacen apreciaciones políticas a sus millones de seguidores. En una entrevista con Risto Mejide, ElRubius, el youtuber más importante del país con 18 millones de suscriptores solo en su canal, admitió que había votado a Manuela Carmena en las pasadas elecciones municipales. Fue una excepción.
"Pienso que es importante que todo el mundo vote. Me he dado cuenta hace poco", dijo el joven de 26 años. La llamada a participar es lo más atrevido - políticamente hablando- a lo que se arriesgan los creadores españoles, conscientes del impacto que tienen entre muchas personas, entre ellos también menores. El 20 de diciembre, algunos como Wismichu (4,1 millones de suscriptores), YellowMellow (1,1 millones) y el propio Rubius animaron a acudir a las urnas a través de sus redes, pero nadie sugirió a quién votaban.
¿Eso quiere decir que los youtubers pasan de la política? En absoluto. En un encuentro por el 10 aniversario de YouTube, a finales de 2015, tuvimos ocasión de hablar con algunos de los creadores más importantes de nuestro país. Estábamos en vísperas de las anteriores elecciones generales y les preguntamos cómo manejaban su influencia. "Tenemos que tener cuidado porque sabemos que nos ve mucha gente joven y se toman las cosas al pie de la letra", dijo AdelitaPower (más de 380.000 suscriptores). Algunos de ellos, como Mangel (4,9 millones) y Sr. Cheeto (1,5 millones) coincidían en que tenían cuidado al hablar de ciertos temas: "A la hora de hacer comentarios en Twitter, cuando me seguía poca gente, opinaba lo que quería. Pero luego aprendí que ni política, ni religión ni fútbol", dijo Sr Cheeto.
En vez de ser prescriptores de voto, muchos prefieren mojarse en causas sociales. Como explica el centro de estudios estadounidense Pew Research, el desapego por la política de los jóvenes no es algo exclusivo de los actuales, sino que todos los jóvenes de todas las generaciones suelen implicarse menos a esa edad en las cuestiones políticas. JPelirrojo (un millón de suscriptores) y RoEnLaRed (600.000) son de los más activos. Ella ha abanderado campañas en favor de la defensa de los animales. "Siempre decimos que somos vegetarianos y que estamos en contra de los toros, por ejemplo", nos dijo JPelirrojo. Él tiene un vídeo que llama a la participación política y que se llama ‘Tonto quien no vote’.
Las ONG -al igual que hicieron antes las marcas- se han dado cuenta de que son una puerta de entrada a un público y han comenzado a buscarlos como imagen. Esta semana, YellowMellow y María Cadepe (más de 300.000 suscriptores) se han embarcado en el Artic Sunrise de Greenpeace rumbo al Ártico para apoyar una campaña de la ONG. El objetivo era conseguir 100.000 firmas de apoyo y en los dos primeros días consiguieron 88.000.
Rumbo al norte. Con @YellowMellowMG y @MCadepe en el training de la tripulación con las zodiacs #Voices4Arctic pic.twitter.com/Gn1ER5V2Qo
— Greenpeace España (@greenpeace_esp) 7 de junio de 2016
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