Las Kellys, la forma abreviada de mencionar a las que limpian las habitaciones de los hoteles españoles, llevan 10 meses en pie de guerra en defensa de sus derechos laborales. Las manifestaciones de esta asociación son continuas, ante lo que definen como maratonianas jornadas laborales y míseros sueldos. Para visibilizar sus reivindicaciones, se les ha ocurrido versionar al fenómeno viral del verano, la tuitnovela del dibujante de cómics Manuel Bartual.
"Ando de vacaciones desde hace un par de días, en un hotel cerca de la playa. Iba todo bien hasta que han comenzado a suceder cosas raras". Así comienza, en la habitación de un hotel, el relato de Bartual que ha enganchado a cientos de miles de lectores. Aprovechando la coincidencia de escenario, Las Kellys iniciaron el sábado un hilo en su perfil de Twitter, imitando el estilo de este autor y con un mensaje conciso y demoledor. Incluyen etiquetas del nombre y el apellido del dibujante, que eran en esos momentos trending topic en España.
Mientras que Bartual recurre al misterio y la ciencia-ficción, la asociación de limpiadoras de piso se aferra al realismo propio de las novelas por entregas del siglo XIX, que cultivaban Benito Pérez Galdós y Charles Dickens. El primero de los mensajes se ha retuiteado más de 7.700 veces desde su publicación.
Isabel Cruz, miembro del grupo de trabajo de Las Kellys de Barcelona, es la autora del hilo. "Varias de nosotras seguíamos el relato de Bartual y relacionamos el hotel en el que ocurre con nuestra situación. Por eso decidimos crear una historia similar desde nuestro punto de vista", comenta a Verne en conversación telefónica.
Tras la repercusión del primero de los tuits, algunas de ellas hicieron una tormenta de ideas, recopilando anécdotas y situaciones que su gremio ha vivido y que "dan para seguir la historia un buen tiempo", dice Cruz.
Lo que narran en el inicio de su relato es una forma original de compartir con el mundo la que consideran su única reivindicación en estos momentos: "Impedir la externalización de nuestra actividad, que es propia de una empresa como un hotel". Si los hoteles, sector no sospechoso de crisis en España, subcontratan a otras empresas para que les ofrezcan los servicios de limpieza de habitaciones, las trabajadoras del sector cobrarán inevitablemente menos por ello, comentan.
"No solo hablamos de reducción de sueldos. Con este modelo de subcontratación se pierden infinidad de derechos laborales, como el de la prevención de riesgos, el de la representación colectiva y el mantener un calendario laboral", comenta la portavoz de Las Kellys, que espera que su particular novela dure lo mismo que la original, menos de una semana.
Isabel Cruz asegura que, en los hoteles de Barcelona que ya se ha externalizado este servicio "se contratan a limpiadoras a media jornada, pero se les encarga un volumen de trabajo imposible de cumplir en 4 o 6 horas. Al final, las jornadas se alargan cada día de forma indefinida sin que, por contrato, las trabajadoras tengan derecho ni siquiera a una pausa para comer".
Otro de los factores de precariedad: a las trabajadoras subcontratadas se les llega a anunciar su horario de trabajo y sus días de libranza un domingo por la noche, según denuncia ella misma.
Los "villanos" de esta secuela del relato de Bartual no son solo los miembros de la patronal. "UGT y Comisiones Obreras están desarrollando un papel demoledor para el trabajador en este asunto. No recogen esta reivindicación que hacemos nosotras y que nos parece un asunto urgente", explica Cruz. Para denunciar esa situación, ella publicó varios tuits con mensajes fragmentados, en imitación de los que se encontró Manuel Bartual en su habitación
En junio de 2017, la Inspección de Trabajo reclamó 2,6 millones a la firma multiservicios sevillana Externa Team , por incurrir en fraude de ley al contratar a 275 camareras de piso con falsos contratos de formación desde 2013.
"No estamos hablando de externalizar la limpieza de los cristales de la fachada del hotel, que hacen un trabajo especializado de forma puntual, sino del servicio diario de limpieza de habitaciones. Está íntimamente ligado a su producto. Quizá los próximos que se vean en esta situación sean los recepcionistas u otros servicios propios del hotel", advierten Las Kellys.