Cuatro mexicanos llegaron a trabajar el sábado a la panadería El Bolillo Bakery, en Houston, y no pudieron salir hasta dos días después. La tormenta Harvey comenzó a tomar fuerza durante la noche, por lo que los trabajadores decidieron permanecer en el lugar. [Sigue aquí toda la información de EL PAÍS sobre la tormenta]. "No paraba de llover y nos quedamos ahí atorados", contó a Verne Jorge Abundis, supervisor en el establecimiento.
Él y sus compañeros -tres originarios de Veracruz y uno de Monterrey- hornearon miles de piezas de pan dulce durante su encierro y después convencieron al dueño del negocio para donarlo a los afectados por la tormenta.
La anécdota fue compartida en la cuenta de Facebook de la panadería a través de una foto donde se lee: "Algunos de nuestros cocineros se quedaron atorados en la tienda de Wayside. Ellos hicieron todo este pan para entregarlo a los necesitados. ¡Finalmente lo han recibido!". La publicación registra más de 6.800 reacciones y ha sido compartida más de 4.200 veces en cuatro días.
"Para mantener la mente ocupada y olvidarnos un poquito de la tormenta trabajamos toda la noche y parte del siguiente día, e hicimos bastantito pan", contó Abundis. Él no sabe exactamente cuántas piezas hornearon, pero estima que más de mil conchas, empanadas, magdalenas, 'marranitos', bisquets y campechanas. El gerente dijo a The Independent que se usaron 1,996 kilos de harina.
Nuestros corazones están con aquellos en peligro y con los que han perdido todo. Estamos cerrados hasta nuevo aviso, pero nuestros cocineros hornearon toda la noche y estaremos preparados para ayudar en cuanto podamos volver a hacer pan.
Durante la tormenta, los mexicanos atrapados también tomaron descansos e intentaron dormir en el lugar más acolchonado de la panadería: "Improvisamos camas en los costales de harina", dijo Abundis. La panadería se mantuvo seca y con electricidad, lo que les permitió trabajar.
El lunes por la tarde llegó a recogerlos el dueño del negocio, que es estadounidense, y los panaderos le hicieron la propuesta. "Le dijimos al patrón 'vamos a donarlo, porque la gente va a estar necesitada". El jefe aceptó y dio aviso a las autoridades. "Vinieron a recogerlo varias patrullas de los distintos condados" y lo llevaron a los refugios.
Cientos de usuarios de redes sociales han agradecido la generosidad y el esfuerzo de los cuatro panaderos mexicanos.
4.000 libras de harina y un montón de amor. Los cocineros atrapados en una panadería mexicana durante Harvey hicieron lo mejor con lo que tenían disponible.
Vayan a El Bolillo Bakery: en la avenida Southmore 917, en Pasadena, Texas. Ahora que el agua ha bajado, por qué no hacerles una visita. ¡'Gracias' chicos!
Me encanta esta historia. Me encantan nuestros vecinos inmigrantes y panaderos.
Un punto de luz en tiempos de oscuridad. Esta es la razón por la que América ya es grandiosa.
Ellos nos traen conchas, ellos nos traen churros, ellos son panaderos. Y algunos, supongo, son buenas personas.