Maximilian Isa se mudó a Guadalajara de Tijuana para estudiar medicina. En su primera fiesta de Halloween en esa ciudad, en 2014, no sabía de qué disfrazarse hasta que vio un martillo de Thor (el superhéroe de Los Avengers) en una tienda. “Venía saliendo de la escuela y lo ví, y dije, sería interesante que fuera de doc-Thor”, comenta a Verne vía telefónica. Desde entonces ha aprovechado el accesorio cada año. Ha sido leña-Thor, construc-Thor y el más reciente, agricul-Thor.
Su hermana Marianna ha hecho una recopilación de sus fotos y las tuiteó con el mensaje: “Mi hermano lleva desde el 2014 disfrazándose de algo que termine en thor y después del de este año ya no me lo puedo tomar en serio”. El tuit registra más de 43.000 retuits y 112.000 favoritos en tres días. “No me lo esperaba”, dice la autora a Verne vía telefónica. “Al principio tenía 90 likes, de pura gente que yo conocía”. Un poco después llegó a los 600 favoritos hasta llegar a cientos de miles, asegura la tijuanense.
La técnica de Maximilian no es producto de la flojera, sino de la expectativa de sus amigos. “Se ha convertido en una tradición y mi intención es mejorarlo cada año”, comenta. El ahora interno de medicina dice que siempre mantiene en secreto el disfraz hasta el día de la fiesta de Halloween, que casi siempre coincide con la de su cumpleaños, el 29 de octubre. “Por lo menos tienen un pista: el martillo”, dice el mexicano de 24 años. Sus fotos, publicadas en Instagram han sumado más favoritos desde el tuit de su hermana, asegura.
Tanto en esa red social, como en Twitter, los usuarios han felicitado al tijuanense por su ingenio y le han sugerido otras versiones del disfraz como escul-Thor, cas-Thor, trac-Thor o Thor-menta.