Los Morancos acostumbran a servirse de alguna noticia de actualidad como tema de sus canciones paródicas: se las han dedicado a Urdangarín, a Trump, a la corrupción... Y ahora, a la huida a Bélgica de Puigdemont: este 3 de noviembre han publicado un nuevo vídeo en el que recrean la reunión del expresident con líderes flamencos. Solo que estos no son flamencos de la comunidad belga, sino músicos flamencos. Ha superado el medio millón de reproducciones en Facebook en menos de 5 horas y ha llegado a trending topic en Twitter.
En el vídeo puede verse como Jorge Cadaval, disfrazado de Puigdemont, entra a un bar para reunirse con los líderes flamencos. Lo recibe César Cadaval, disfrazado de cantaor. "Aquí te vamos a dar asilo flamenco", le dice. Y comienza a cantarle reproches a ritmo de guitarra y palmas:
A Rajoy lo tienes loco
quiere darte un escarmiento
y tú en vez de dar la cara
te vienes con los flamencos
El Puigdemont de los Cadaval interviene para intentar protestar. "A mí lo que me gusta es la independencia", dice. El cantaor le advierte entonces que, como siga así, terminará en la cárcel.
No sigas con este rollo
no te vayas a equivocar
porque estoy viendo en tu cara
que tienes hecha la cama en el Soto del Real
El expresident pasa entonces de defenderse a arrancarse unos bailes. César Cadaval aprovecha y finaliza la canción con un consejo: "para convivir, hay que conbeber" .
Primo Puigdemont
te van a entrar sudores (a ti, a ti)
cuando veas que en Bruselas
en vez de pan con tumaca
na más que vas a comer colesAy Puigdemont entérate
que para convivir hay que "conbeber"
Los Morancos acostumbran a versionar éxitos musicales del momento (como con Mangando, versión de Bailando, o No es delito, de Despacito), aunque en esta ocasión se han decantado por una canción original. Tras publicar en 2015 La pelotera, adaptación de La gozadera inspirada en la crisis griega, Jorge Cadaval explicó a Verne que, en sus canciones, intentan poner el foco en temas de actualidad. "Tratamos de plasmar lo que estamos viviendo y lo que se habla en la calle", contaba. "Es una visión popular y blanca, porque damos caña pero sin ser hirientes".