En menos de un mes, Yuawi López se hizo famoso. Sus pasos de baile, su voz, su carisma y la pegajosa canción que interpretó para un partido político, se conjugaron para traerle un éxito repentino. Hoy el spot de Movimiento Naranja acumula más de 20 millones de visualizaciónes en YouTube y el tema es uno de los más escuchados en las listas de virales de Spotify. En plena precampaña electoral, este niño wixárika de nueve años es más popular que muchos precandidatos, incluido el aspirante a senador que firma el video con estilo documental (y promocional) Un día con Yuawi.
Clemente Castañeda, precandidato de Movimiento Ciudadano al Senado por Jalisco, habla con Yuawi y con su padre, José López, en esta producción de ocho minutos realizada en las afueras de Jerez (Zacatecas). Más allá de abordar la fama del niño, el video pretende comunicar las dificultades que atraviesan los pueblos wixárikas. Castañeda dice a Verne, vía telefónica, que su intención fue aprovechar el fenómeno Yuawi "en el buen sentido del término, para visibilizar los problemas que aquejan a las comunidades indígenas".
En diez horas desde su publicación en Facebook, el video acumula más de 278.000 reproducciones y se ha compartido más de 8.800 veces. Aunque el político y su equipo se refieren al mismo como "documental", no hay que perder de vista que forma parte de su campaña. Incluso el texto que acompaña a la publicación incluye la leyenda obligada por el Instituto Nacional Electoral: "Mensaje dirigido a la Asamblea Nacional Electoral de Movimiento Ciudadano".
Castañeda es protagonista desde la primera escena, donde sostiene una aparente charla casual con el pequeño intérprete de Movimiento Naranja. "Si alguien te dijera 'te voy a conceder tres deseos', ¿cuáles serían?", pregunta el aspirante a senador (quien competirá en las elecciones de julio contra el independiente Pedro Kumamoto). La conversación sobre la precariedad en la que viven los pueblos indígenas se desencadena a partir de la respuesta de Yuawi:
1. Tener trabajo para que me lleves a diferentes partes.
2. Ayudar a la Sierra, a los niños y que tengan medicamentos.
3. Tener algunos juguetes para regalarle a los niños de la Sierra, porque ellos no tienen nada de juguetes.
Aunque podría tratarse de una conversación dirigida, es un hecho que los pueblos originarios de México viven situaciones de marginación, pobreza y discriminación. De acuerdo con cifras del Senado de la República (2014), el 73,2 por ciento de la población indígena vive en condiciones de pobreza.
"Me parece inexplicable que a estas alturas les estemos regateando no solo derechos a comunidades indígenas, que se los han ganado a pulso, sino además apoyos gubernamentales que serían excepcionales para poder salir adelante", dice Castañeda en el video, mirando a la cámara.
Él sostiene en entrevista que ha simpatizado con esta causa desde sus tiempos de estudiante y durante toda su carrera política. Aunque inconclusa, su tesis de doctorado exploraba la evolución de los derechos de estas poblaciones, explica. Como diputado local en Jalisco, Castañeda presidió la Comisión de Asuntos Indígenas. "Desde hace muchos años he peleado para que las comunidades indígenas sean reconocidas como sujetos de derecho. Me parece que es una deuda muy grande hacia ellas", dice.
'Un día con Yuawi'
Yuawi y su padre dejaron hace cinco años su comunidad, al norte de Jalisco. "Se vive una situación difícil", narra José López. "Alrededor de nuestro territorio, nos invaden; el Gobierno no se enfoca en las escuelas". Ahora viven en Jerez, una pequeña ciudad zacatecana. Por las mañanas, Yuawi va a la escuela, y por las tardes se dedica a cantar con su padre en la calle y en restaurantes.
Cuando Castañeda le pregunta qué es lo que más le gusta hacer, Yuawi responde "pues trabajar". O lo que es lo mismo, en su caso: cantar. La música es el gran regalo que le hizo su padre, cuenta el chico en otro momento: "Cuando yo tenía cinco años le dije a mi papá: 'hoy es mi cumpleaños ¿me vas a dar mi pastel y mi piñata?' Me dijo 'No, no tengo dinero, tenemos solo 10 pesitos para comer. Pero te voy a enseñar algo más valioso que eso: la cantada".
En una charla aparte con el padre del niño, el aspirante a senador le pregunta qué opina de la gente que considera que está explotando a su hijo. "Para mí no es explotación: es mostrarle lo que saben hacer los niños", afirma López enérgico. "Lo más importante es que él es feliz y eso a mi me causa felicidad".