A Barbra Streisand no le gustó nada que en 2003 se publicara en una web una foto aérea de su casa en California, así que llevó el asunto a los tribunales. La foto de su casa formaba parte de un proyecto de 12.000 imágenes que reflejaban la erosión de la costa de California. Hasta la demanda, esa imagen solo se había descargado seis veces, dos de ellas por los abogados de la cantante y actriz. Después de hacerse pública esta iniciativa, la foto apareció en multitud de medios de comunicación y actualmente está incluso en la Wikipedia.
Esta historia acuñó el llamado efecto Streisand, que se usa para etiquetar todas esas veces en las que los intentos por ocultar o condenar cualquier cosa le acaban dando más publicidad y difusión, ya sean chistes de Carrero Blanco o portadas de revistas satíricas. Sobre todo ocurre cuando estos intentos se aprecian como ataques desproporcionados a la libertad de expresión.
El último ejemplo es Fariña, el libro de Nacho Carretero sobre los narcos gallegos. Una jueza ha ordenado este martes el secuestro del libro a petición de José Alfredo Bea Gondar, exalcalde de O Grove (Pontevedra). Bea Gondar demandó en enero al escritor y a la editorial Libros del K.O. por supuesta vulneración de su derecho al honor. El exalcalde aparece citado en el libro porque se le arrestó en 1991 y se le condenó en 2005 por narcotráfico, aunque fue absuelto más tarde por un defecto de forma.
Este secuestro ha demostrado ser poco efectivo: aunque se prohíbe la impresión y comercialización de nuevos ejemplares, no se hará efectivo hasta que Bea Gondar deposite los 10.000 euros que le ha pedido la jueza. La decisión de la jueza tampoco afecta a la serie de televisión basada en el libro, cuyo estreno está previsto para este año. Es decir, Fariña, que se publicó en 2015 y va por la décima edición, sigue en las librerías, tanto en papel como en formato electrónico. De hecho, tras la publicación de la noticia se ha convertido en el más vendido en Amazon.
Lo que sí ha conseguido Bea Gondar es que su historia se conozca algo mejor. Ya no es solo uno de los muchos casos que cuenta Carretero en su libro de más de 300 páginas en el que se menciona a más de 300 personas, sino que es el tema central de artículos publicados en prensa entre el martes y el miércoles. De hecho, es muy posible que al menos alguna de las noticias que se han publicado sobre este secuestro y el papel del exalcalde se haya leído más de 30.000 veces, que es el número de ejemplares vendidos del libro de Carretero, según datos de la editorial.
Además, "Fariña" ha sido trending topic en Twitter durante la mañana del miércoles. No solo en España, sino en todo el mundo. Incluso hay un Moments (una recopilación hecha por esta red social) dedicado a la noticia. Eso significa que el nombre de Bea Gondar y su relación con el narcotráfico aparece ya en decenas de tuits. Como ejemplo, este mensaje de Ana Pardo de Vera, directora de Público, que señala las dos páginas en las que se habla del exalcalde. En un caso solo se le menciona en una nota al pie. Y nadie lee las notas al pie. Bueno, quizás esta sí, después de lo ocurrido.
Una jueza ordena el secuestro cautelar del libro #Fariña sobre el narcotráfico gallego a petición de un exalcalde de O Grove (AP), Bea Gondar 🧐
— Ana Pardo de Vera P. (@pardodevera) 21 de febrero de 2018
Págs. 234 y 242 #Galicia pic.twitter.com/0qht3DG5yc
Bueno, ya me he comprado 'Fariña' de @NachoCarretero. Tan secuestrado no estaba. Ahora a leerlo y a enterarme sobre esos vínculos entre José Alfredo Bea Gudar y el narcotráfico.
— Pablo Echenique (@pnique) 21 de febrero de 2018
Que una jueza secuestre un libro es grave. Si el motivo son dos citas que recogen relatos contenidos en resoluciones judiciales es gravísimo, atenta contra la libertad de expresión y roza la prevaricación. https://t.co/pLcphEmh93
— Isaías Lafuente (@IsaiasLafuente) 21 de febrero de 2018
Durante años pensé que la mejor forma de guardar un secreto era escribiéndolo en un libro. Hasta esto de #Fariña.
— Roberto Enríquez (@BobPopVeTV) 21 de febrero de 2018
Gracias por esta campaña de fomento de la lectura, señora jueza. pic.twitter.com/rBiI9K9kZM
Es decir, si Bea Gondar consideraba que dañaba su honor el hecho de aparecer citado casi de pasada en un libro, ahora se está encontrando con su nombre está alcanzando una difusión mucho mayor. También merece la pena recordar que esta historia no es una exclusiva de Carretero: ya se había publicado en prensa en su día e incluso aparece en la Wikipedia gallega.
Otros efectos Streisand recientes
Las sentencias judiciales de los últimos meses relacionadas con la libertad de expresión han proporcionado varios casos en los que el efecto Streisand es evidente. El martes 20 de febrero conocíamos la sentencia de tres años y medio de cárcel que le ha caído al rapero Valtònyc por las letras de algunas de sus canciones, que incluían, según el juzgado, enaltecimiento del terrorismo y amenazas.
Valtònyc era muy poco conocido: para hacernos una idea, apenas tenía 6.000 seguidores en YouTube. Además, solo hay una canción suya en Spotify, a pesar de que cuenta con 13 discos, la mayor parte autoeditados. Es decir, hasta la publicación de la sentencia, muy poca gente conocía al rapero. Fueron muchos quienes leyeron la letra de sus canciones después de que los medios de comunicación publicaran la noticia.
Otro ejemplo: Daniel Serrano fue condenado a principios de febrero a pagar 480 euros por publicar en Instagram un montaje en el que ponía su cara en la del Cristo Despojado. Serrano tenía 500 seguidores cuando publicó la imagen en 2016, por lo que no viralizó de verdad hasta conocerse la sentencia hace unos días.
No es solo algo que ocurra cuando intervienen los jueces: libros como Los versos satánicos, de Salman Rushdie, y Gomorra, de Roberto Saviano, se convirtieron en superventas mundiales después de recibir amenazas del ayatolá Jomeini y de la mafia, respectivamente.
Claro que se podría aducir que la intención de la sentencia no es tanto la de silenciar como la de castigar unos hechos y servir como ejemplo. Tampoco es algo que funcione siempre, al menos si tenemos en cuenta este otro caso: Cassandra Vera, estudiante de Historia de 21 años, fue condenada a 12 meses de prisión por tuitear varios chistes sobre Luis Carrero Blanco, presidente del Gobierno en 1973, durante la dictadura de Franco. Tras conocerse la noticia, se compartieron multitud de chistes sobre Carrero Blanco en Twitter. El Mundo Today incluso publicó una guía para escribir chistes sobre el almirante franquista sin acabar en la cárcel. Estamos pendientes de si este medio satírico publica algo sobre Bea Gondar, exalcalde de O Grove (Pontevedra), condenado por narcotráfico y absuelto por un defecto de forma.
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