Cosas que confunden a los españoles cuando llegan a vivir a Brasil

Ir a la 'borrachari' y la 'drogaria' no es lo que parece

Cuando los españoles pensamos en Brasil se nos llena la cabeza de clichés, pero los que se marchan al país para vivir en él descubren cosas que no imaginaban. En 2017 publicamos una lista de cosas que confunden a los españoles cuando llegan a vivir a México y ahora hemos preguntado en varios grupos de Facebook de españoles en Brasil la misma pregunta.

Es el sexto país del mundo con más emigrantes españoles: 130.635, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a 2017. La cifra ha aumentado un 11 por ciento en los últimos cuatro años.

El número real de españoles en Brasil es todavía mayor: el dato del INE se elabora, tal y como explica en su metodología, a través de los datos del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE). Este no recoge a los emigrantes no residentes, es decir, a los que tienen prevista una estancia de menos de un año, ni a los que no han regularizado su situación en el extranjero.

Reproducimos algunas de las decenas de respuestas que hemos recibido.

Lengua

1. Cuando vi un cartel que ponía "borracharia" [taller mecánico], me sonó mal. Pensé: "¿Por qué no lo llaman bar?" Luego vi que la cosa iba de neumáticos...

2. Es increíble la cantidad de palabras que tienen para decir "vale": beleza, demorô, ótimo...

3. Yo, cuando vi "drogaria" [farmacia], pensé: "coño que fácil lo tienen aquí...".

4. Llaman a todo "esa cosa". Cuando empecé a aprender portugués, ¡me traían loca con la "coisa" para aquí, la "coisa" para allá!

5. Que tenga diferentes nombres una papaya grande y una pequeña.

6. La palabra "infelizmente" para decir desgraciadamente. Además, cuando la dicen, siempre te la lían.

Costumbres

7. Que no les gustan mucho las filas... Siempre intentan pular fila [saltarse la cola], como se dice en Brasil.

8. Pero luego, en algunos lugares, hay que hacer cola dos veces: la primera para pagar y la segunda para pedir.

9. Se duchan "mil veces" al día.

Creando la marquinha con cinta en Rio de Janeiro / Pilar Olivares (REUTERS)

10. La fijación que tienen con la famosa "marquinha" [tomar mucho el sol y que quede la marca del bañador]. Siempre me ha resultado muy curioso que lo asocien a la belleza.

11. Que haya un repartidor del gas o agua y que vaya en bicicleta.

12. Me encanta la distancia con la que se saluda la primera vez que conocen a alguien y luego, el segundo día, ya te plantan un abrazo.

13. Que todo abra a casi todas horas, sobre todo las farmacias (que tienen hasta galletas).

14. Que aun haciendo mucho calor se bañan con agua tibia o caliente.

15. El nuevo año empieza realmente con el carnaval, en febrero.

Comida y bebida

16. El pastel. Aquí en España es algo dulce seguro, pues cuando lo probé me encontré con una empanada frita, salada, rellena de cosas maravillosas.

17. Que terminan de almorzar y ya están preparando la cena.

18. La pamonha [pasta de maíz envuelta en hojas y de textura pegajosa] está en todas partes. Los repartidores te la llevan en moto, bici, coche o lo que sea.

Pamonhas brasileñas / Jorge Brazilian Flickr

19. Me sigue sorprendiendo es que comen y cenan casi todos los días arroz blanco y judías. No sé cómo no se cansan...

20. Pues yo volví de vacaciones a casa y ya sentía falta de feijoada [versión brasileña del cocido] de la suegra.

21. En el sur de Brasil se toma chimarrão, un tipo un té que se toma en grupo. Me encanta la costumbre de todo el mundo sentarse para tomarlo.

22. Hay pizzas de todos los sabores y colores, incluyendo dulces y de helados. Alguna lleva leche condensada.

23. Es increíble la cantidad de dulce que comen... ¡¡son insaciables!! Comen mucho y luego tienen que hacer mucho deporte para quemarlo.

24. El aceite de oliva picante que a veces usan.

25. Desayunar un salgado [snack salado frito relleno de carne o queso] con ketchup.

26. El café es muy bueno, pero la idea de café con leche es muy distinta a la española. Ponen mucha leche y además fría...

27. En los bares y restaurantes, la comanda [el papel donde se anota lo que pides] se queda en la mesa por si quieres seguir pidiendo cosas. Pobre de ti como la pierdas antes de pagar...

Personalidad

28. Se habla mucho del horóscopo. Es prácticamente una forma de romper el hielo en conversaciones coloquiales: "¿Y qué signo eres?".

29. Cuando vas a una tienda a comprar algo y te responden: “Tenho, mas esta faltando” (Tengo, pero se me ha acabado).

30. Lo que me gustó es el carácter abierto de la gente. Te hablan como si te conocieran de toda la vida y siempre con una sonrisa.

31. Son incapaces de decir no, por ejemplo:

- ¿Quieres un trozo de pastel? 

- Tal vez después

- ¿Vendrás a la fiesta?

- Tal vez, seguramente, vamos a ver (y luego no vienen).

32. Dicen "pode ser" en vez de sí o no.

33. Y como no saben decir no, dicen muchas mentiras piadosas. Para ellos, los españoles somos un poco groseros por decir directamente "no".

34. No les gustan los puntos intermedios o frío o cliente, nunca templado.

35. Su concepto de puntualidad es todavía más raro que el español. Dicen: "To chegando" [Estoy llegando]. Y aún no han salido de casa o no vienen.

36. Cuando llegué al aeropuerto de Porto Alegre llevaba dos maletas grandes y una de mano y pesaban tanto que no era capaz de subirlas al carrito. Cuando me quise dar cuenta había dos personas ayudándome a subirlas... Eso sí que no te lo encuentras en España.

Naturaleza y clima

37. Pensé que iba a poder dormirme una siesta en una red entre dos cocoteros. Nada más lejos de la realidad: los mosquitos te ponen las pilas y no duras ni cinco minutos.

38. Los paisajes tropicales, la gran fauna silvestre y que convivan con esas arañas enormes.

39. Cuando hace frío y está lloviendo y se visten con una chaqueta unos pantalones cortos y unas chanclas. Aún no lo entiendo...