Amancio Ortega se desvincula del todo de Inditex y monta una startup basada en el bitcoin, en la que además todos podremos invertir. De hecho y según algunos titulares, el empresario quiere “devolverle algo a la gente de su país”. El mexicano Carlos Slim también ha arrancado un proyecto similar. Y el chef británico Jamie Oliver lo recomienda. Y Richard Branson. Y Bill Gates. Y la primera ministra de Nueva Zelanda. Y los mismísimos Antonio García Ferreras y Cristina Pardo. Se trata de una estafa que cada vez se está sofisticando más, con anuncios en Facebook, banners de Google e incluso una campaña de mensajes enviados por teléfono móvil.
Estos anuncios suelen llevar primero a una web con aspecto de medio de información, incluso imitando en un caso el diseño de la CNN. En esa falsa noticia se enlaza a una web con nombres como The Bitcoin Code o Bitcoin Revolution, donde se piden “250 euros o más” para comenzar una inversión automática, que (claro) no existe. No es más que una variante del timo de las cartas nigerianas, en el que se solicita dinero a cambio de una recompensa futura que jamás llega.
Banners publicitarios y mensajes al móvil
Álex Romero es fundador y consejero delegado de Alto Data Analytics, compañía española de análisis de opinión pública, y cuenta a Verne que esta variante del timo se remonta al menos a 2017. La empresa ha detectado tres grandes picos en esta estafa: en febrero, en septiembre y ahora en noviembre, siempre usando la imagen de personajes conocidos.
A finales de octubre y como contábamos ya en Verne, el timo ya había subido un nivel de sofisticación, cuando los estafadores hackearon cuentas verificadas de Twitter, les pusieron el nombre de Elon Musk y Donald Trump, entre otros, y llegaron a pagar para publicitar sus mensajes en esta red social.
En el caso de esta oleada más reciente, “se han añadido elementos nuevos”, explica Romero. Además de la publicidad en Facebook y el uso de la imagen de personas conocidas, Alto Data Analytics ha identificado mensajes cortos a teléfonos móviles y al menos una campaña en Adwords, el servicio de publicidad de Google, que llegó a aparecer en medios de comunicación de España (dándose de baja en cuanto se alertó de su contenido).Estas campañas se contratan directamente con Google, sin control de los medios. Hay listas negras de anunciantes fraudulentos, pero este caso no se detectó antes de su publicación. Desde Google nos explican que en cuanto se descubren anuncios de este tipo, "se toman las medidas adecuadas". El año pasado se eliminaron 3.200 millones de anuncios que incumplían sus normas, incluyendo toda clase de estafas. Facebook nos aclara que retiran estos anuncios fraudulentos en cuanto alguien los reporta, momento en el que se investigan.
“Cuando alguien hace una inversión publicitaria en medios de comunicación y por mensajes de móvil es porque dispone de recursos y porque estas campañas están funcionando”, explica Romero. Es decir, hay gente que ha picado, lo que justifica la inversión publicitaria.
Además, Romero apunta que los timadores se adaptan mucho a las posibles víctimas escogiendo a personajes que les resultan familiares (Amancio Ortega en España y Carlos Slim en México, por ejemplo). No solo eso: los anuncios que usaban la imagen de Ortega se multiplicaron a partir del fin de semana del 17 y 18 de noviembre, cuando se celebró la boda de la hija del empresario, aprovechando así la mayor presencia del fundador de Inditex en medios de comunicación. De hecho, el banner de Adwords se publicó el mismo día 17.
En cualquier caso y con independencia de lo sofisticada que parezca una campaña, hay una norma que podemos tener presente: si alguien nos ofrece dinero gratis, se trata con toda probabilidad de una estafa.