No solo es que el turismo haya crecido mucho en los últimos, sino que lo está haciendo a un ritmo que desborda todas las previsiones. En 2018, por ejemplo, se alcanzaron los 1.400 millones de viajeros internacionales que la Organización Mundial de Turismo había previsto para 2020, según datos de este organismo publicados a principios de año. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) también prueban que los españoles viajamos en 2018 un 2% más de lo que habíamos hecho el año anterior.
Este crecimiento en el número de viajes causa graves consecuencias para las ciudades, como ya han demostrado múltiples informes, como el Atlas de turistificación, elaborado por una mesa de expertos en la que participan arquitectos, urbanistas, sociólogos y geógrafos, entre otros investigadores. Aunque gran parte de la respuesta a este problema se encuentra en manos de la administración, a continuación ofrecemos algunas visiones sobre cómo evitar convertirte en un elemento gentrificador cuando viajas.
Intenta hospedarte fuera del centro
Quienes visitan una ciudad suelen buscar alojamiento en su centro histórico para que la mayoría de atracciones queden a mano. Pero, como ya ha quedado suficientemente acreditado, una gran presión turística en los barrios encarece los alquileres y desplaza a sus residentes.
"Hay que reflexionar sobre esta cuestión a la hora de viajar: cómo y dónde me voy a alojar. Si queremos dejar de contribuir a la turistificación, deberíamos alojarnos en zonas menos concurridas", explica a Verne en conversación telefónica Jonathan Reyes, arquitecto urbanista y cofundador de Fairbnb, una plataforma que en agosto comenzará a operar en cinco ciudades europeas y que aboga por el turismo responsable.
A través de esta plataforma (cuyo nombre procede de la unión de la palabra fair, que significa "justo" en inglés, con el de la popular plataforma de alquileres), el usuario podrá buscar alojamientos sostenibles cuyo 50% del precio se destinará a proyectos comunitarios de la zona en la que se encuentren.
En los últimos años también se ha producido el desembarco en el mercado inmobiliario y del alquiler de muchos multipropietarios, entre ellos fondos buitres. Algunas plataformas activistas vienen denunciando el aumento de precios y los desplazamiento de vecinos causados por estos fondos. Por esta razón, Reyes considera buena idea interesarse por la propiedad de los pisos vacacionales antes de alquilarlos para conocer su relación con los barrios. "No siempre es fácil averiguar estos datos, pero podemos preguntárselo directamente", apunta.
Verifica que el alojamiento sea legal
Desde Certicalia, una empresa fundada en 2012 y especializada en la concesión de certificados y licencias, recomiendan elegir alojamientos con licencia turística. "Solo así sabremos que cumplen con los requisitos para su habitabilidad vacacional y que pagan sus impuestos", explica a Verne Cristina Royo, su directora de marketing. "En España, el número de licencia debe aparecer en el anuncio y también debe estar debidamente señalizada con una pegatina en la puerta o en una ventana de la vivienda".
Las licencias turísticas son competencia de las comunidades autónomas y los propios ayuntamientos. "Se valora el número de alojamientos turísticos que ya existen y con esos datos se evita que las zonas que ya están saturadas sigan creciendo", aclara Royo y añade que "es mejor recurrir a plataformas conocidas para evitar el falseamiento de estas licencias".
Ten en cuenta las condiciones de los empleados del sector
Como recomendaban expertos de la ONU en este artículo publicado por EL PAÍS, si optas por alojarte en un hotel o un complejo turístico pregunta a la empresa o a la agencia de viajes si tienen políticas de empleo transparentes y positivas. Si no puedes obtener esta información, ten en cuenta que en picos vacacionales, como los meses de verano, la carga de trabajo de los empleados del sector se ve incrementada drásticamente, pero las empresas no siempre refuerzan los servicios.
"Los clientes deben saber que las camareras de piso no les podemos ofrecer el mismo servicio si, con la misma jornada, nos aumentan el número de habitaciones para limpiar", explica Paqui Martínez, portavoz de Las Kellys Mallorca. Las Kellys es una asociación de camareras de piso creada en 2016 con representación en varias ciudades españolas. "Si no pueden averiguar las condiciones de las trabajadoras, por lo menos que tengan en cuenta esta cuestión y no la tomen con nosotras si tienen alguna queja con el servicio", añade.
En otros casos, el repunte de actividad en la época estival lleva a los alojamientos turísticos a externalizar el servicio. "Aquellas empleadas contratadas solo para este periodo normalmente cobran por habitación. Es decir, si tú le pones el cartel de no molestar, no pueden limpiarla y no la cobrarán", apunta Martínez.
Actúa como un local más
Al viajar, incrementamos nuestro consumo, pero el gasto que hacemos como turistas puede alterar las economías locales, como se explica en el informe Turismo global y gentrificación, publicado en 2018 por la escuela de turismo y hostelería Ostelea. "Existe una modificación del perfil de la población por consumidores fugaces (turistas) que demandan bienes y servicios específicos", recoge el texto. Así, un barrio o una zona específica de la ciudad podría ver sus negocios y comercios modificados solo para atender la demanda de turistas, desplazando las demandas de sus residentes locales.
Reyes recomienda "comportarse como un lugareño más, vayamos donde vayamos, desplazándose como hacen ellos y comprando en comercios locales. Solo así podremos contribuir a la sostenibilidad de ese territorio". Por tanto, antes de emprender un viaje, además de informarnos sobre las atracciones turísticas o las alternativas hoteleras, haríamos bien en buscar información sobre cuestiones vinculadas al consumo local.
Respeta la intimidad de los residentes
Por muy bonitos que sean algunos barrios y rincones de las ciudades que visitas, recuerda que en esos mismos lugares habitan personas que no quieren ver sus vidas trastocadas por el trasiego de turistas.
Los vecinos de algunas zonas, como la colorida calle parisina de Crémiaux, incluso han creado una cuenta de Instagram, Club Crémiaux, para denunciar la presión de los turistas que acuden para hacerse fotos, como contaba este artículo de SModa. Crémiaux no es la única víctima del asedio de turistas.
En el barrio de Quarry Bay, en Hong Kong, la turistificación en busca de la "foto perfecta" ha impedido a los vecinos residentes seguir disfrutando de sus partidas de cartas como solían hacer antiguamente, según relata este artículo del South China Morning Post.
Piensa en si es necesario viajar y cómo lo harás
Verano es sinónimo de vacaciones, pero vacaciones no tiene por qué ser sinónimo de viajar. Jonathan Reyes cree que "se ha creado una moda que nos obliga a viajar de una forma desmesurada, mucho más que antes, pero que no siempre obedece a unas necesidades. Que tengas unos días para descansar no significa que tengas que hacerlo en otra ciudad, por eso deberíamos reflexionar si necesitamos de verdad o no viajar porque al hacerlo generamos un impacto en el lugar de destino e incluso en el trayecto que realizamos", argumenta.
Y si decides viajar, puedes buscar la manera más respetuosa posible con el medioambiente. Como explicábamos en Verne en este artículo, la huella ecológica que dejamos al tomar un avión se puede reducir si nos desplazamos en tren. Trayectos como Madrid-Barcelona, Madrid-Málaga o Valencia-Barcelona se pueden realizar en tren en un poco más de tiempo y las emisiones de CO2 son drásticamente inferiores a las de un avión.