Si estás en edad de ser padre (o tío) y se te ocurre dar un sermón a un veinteañero acerca de lo fácil que lo tienen los jóvenes y de cómo tanta pantallita está acabando con su capacidad de concentración y de atención, es posible que te encuentres con esta respuesta:
-OK, boomer.
Boomer es diminutivo de baby boomer, nombre que recibe la generación nacida entre 1946 y 1964. Y “ok, boomer” es una respuesta despectiva que los más jóvenes dan a los mayores, sobre todo en redes sociales, cuando estos les dicen algo que perciben como anticuado o desfasado, sobre todo si viene acompañado de cierto aire de superioridad. Viene a ser como responderle a alguien con el recorte de prensa de Los Simpson en el que se lee el titular "Hombre viejo grita a nube".
Según recoge la web sobre memes Know Your Meme, la expresión ya se había usado en foros en 2015, pero su difusión más amplia ha llegado en las últimas semanas. Es fácil encontrárselo no solo en Twitter, sino sobre todo en redes como Instagram y TikTok, con usuarios más jóvenes. Y, como era de esperar, el meme ha llegado también a España.
La expresión protagoniza camisetas, gorras, una canción, y tiene su propia entrada en la Wikipedia. Y una diputada neozelandesa de 25 años llegó a pronunciarla durante una sesión parlamentaria.
Desde hace unas semanas se suceden las piezas de análisis en medios que apuntan que esta breve frase resume el descontento de los más jóvenes. La Generación Z manifestaría así su hartazgo hacia padres y abuelos, que han arruinado la economía y el medio ambiente, y que, aun así, se atreven a darles lecciones. El meme, además, ha causado bastante indignación entre quienes son su objetivo, al ser una respuesta sarcástica y condescendiente. Esta indignación ha llegado al punto de acusar a los jóvenes de “edadismo”, al considerar que la frase invalida las opiniones de alguien solo por su edad.
A todo esto se suma la confusión entre estas etiquetas importadas de Estados Unidos y no siempre trasladables a otros países: en este meme, un boomer es cualquier persona mayor con un discurso displicente acerca de los jóvenes y sus ideas, con independencia de si pertenece o no a esa generación en concreto. Es decir, en ocasiones ocurre lo que se puede ver en uno de estos memes: la Generación X (nacidos entre 1966 y 1982) llama “millennials” a la Generación Z (nacidos a partir de 1997, mientras que los millennials serían de entre 1982 y 1996). Y los Z se rebotan y llamam boomer a los X.
Del conflicto al diálogo
Los mayores llevan siglos quejándose de los jóvenes. Y viceversa. En el siglo IV a. C., Aristóteles escribía en su Retórica que los jóvenes “creen que lo saben todo y son obstinados en sus afirmaciones”. Pero también tenía palabras para los ancianos, de quienes lamentaba su “mal carácter”, que “consiste en suponer en todo lo peor”. También dice de estos últimos que tienen un “espíritu pequeño por haber sido ya maltratados por la vida”. Lo que vendría a ser un “ok, boomer” algo más elaborado.
Este conflicto entre generaciones no es solo habitual, sino que, hasta cierto punto, es “necesario”, como recuerda Mariano Sánchez, sociólogo de la Universidad de Granada y director de la cátedra Macrosad de Estudios Intergeneracionales. “La identidad de los hijos -apunta- se construye, en parte, contra la de sus padres”.
Pero el “ok, boomer” tiene sus particularidades y difícilmente habríamos visto algo similar en la Grecia clásica. Sánchez explica que la identificación de las personas con una generación concreta es muy reciente: se comienza a estudiar en sociología hacia los años 40 del siglo XX, cuando se crean etiquetas como “baby boomer” y “Generación Silenciosa” (los nacidos entre 1928 y 1945). Esto ocurre cuando se alarga la esperanza de vida y cada vez vemos a más personas de edades diferentes viviendo en nuestro entorno.
Además de eso, Sánchez no niega las razones que han provocado el meme de ok, boomer, como la crisis económica y la situación del medio ambiente. En su opinión, es “una señal a la que prestar atención”.
Como habíamos comentado con anterioridad, los veinteañeros de hoy en día sí tienen algunos rasgos en común que los diferencian de los jóvenes de hace décadas, como una mayor diversidad y la incertidumbre respecto al futuro. Esta incertidumbre puede expresarse en formas y lenguajes que ellos conocen y comparten, como un meme de Instagram o un vídeo corto de Tik Tok.
Pero este enfrentamiento entre jóvenes y mayores solo es una parte de la historia. Sánchez recuerda que las relaciones generacionales suelen verse en medios de comunicación desde el punto de vista del conflicto. Sin embargo, en sociología también se estudian estas relaciones desde el punto de vista de la solidaridad y de la ambivalencia, es decir, de los momentos en los que se mezclan el amor y el rechazo.
¿OK, zeter?
Es posible que dentro de 30 años, los hijos de la Generación Z digan a sus padres cosas como “ok, zeter”. Puede que se burlen de sus ya viejunos vídeos de TikTok y que estén hartos de oír sus historias de la crisis y sus "tuve que compartir piso hasta los 37". Sánchez no lo descarta, pero cree que el conflicto se puede, al menos, reducir.
El sociólogo recomienda aumentar las relaciones y encuentros entre personas de diferentes edades. También apunta que es importante tener presente que “nadie es monogeneracional”. Las personas podemos ser hijos y padres, o profesores y alumnos, no solo a lo largo de nuestra vida, sino también al mismo tiempo.
Es decir, al final resulta que el padre (o tío) que estaba soltando un sermón al veinteañero no había tenido en cuenta las dificultades reales por las que está pasando la generación más joven en un entorno cambiante e inseguro, a pesar de las muchas comodidades de las que también disfruta. Del mismo modo, el joven ha dicho lo de “ok, boomer” sin caer en que esa etiqueta es tan reduccionista como la de millennial o Generación Z. ¿No haríamos todos mejor en abrazar el diálogo y asumir que nuestras relaciones con personas de otros grupos de edad siempre tendrán un punto ambivalente que puede ser enriquecedor?
Ya me parece oír la respuesta:
-OK, verner.
Boomlets, xennials y zennials
Etiquetas generacionales como boomer, Generación X y millennial se han exportado de Estados Unidos. Pero no son siempre asimilables en todos los contextos.
Por poner un ejemplo que ya habíamos mencionado en otro artículo, los estadounidenses que lucharon en la Segunda Guerra Mundial reciben el nombre de The Greatest Generation, la generación más grande. Difícilmente se podría usar la misma etiqueta para los alemanes de la misma época.
A esto hay que sumar que los cortes entre las generaciones no son en seco, sino graduales. En este sentido cabe recordar cómo hace unos años se habló de los xennials, los nacidos a finales de los 70 y principios de los 80 que se identificaban con rasgos de la Generación X y de los millennials. En los años 90 ya se hablaba de los boomlets, que eran los boomers más jóvenes (o los miembros de más edad de la Generación X) que no acababan de identificarse con ninguno de los dos grupos.
Es normal que cueste identificarse con estas etiquetas si además tenemos en cuenta que las franjas que se usan son de unos 15 años. Por ejemplo, un Z sería alguien nacido entre 1997 y 2012. Es decir, formarían parte de este grupo un joven de 22 años y un niño de 7. Razón por la que ya se habla de zennials: nacidos entre 1993 y 1998 que están entre los millennials y la Generación Z.