"Yo, que soy estadístico, nunca juego a la lotería porque me resulta imposible creer en ella. Así que nunca me ha tocado nada hasta ahora", cuenta a Verne por teléfono Javier Álvarez Liébana. Este profesor universitario que se autodenomina un "científico precario" está todavía procesando el haber ganado, en cuestión de minutos, un ordenador de alta gama. Ha sido el pianista James Rhodes el que lo ha sorteado de forma espontánea a través de su cuenta de Twitter.
El británico contaba en su mensaje que tenía la intención de compartir con el prójimo, en plenas fechas navideñas, parte de una devolución de impuestos que acababa de recibir. Lo quería hacer en forma de regalo. Por eso invitaba a sus seguidores a que le escribieran en las respuestas del tuit por qué querían recibir como regalo un aparato electrónico.
Rhodes, que vive en España desde hace años, ha recibido tal cantidad de respuestas que ha decidido adelantar la resolución del ganador. La petición de Álvarez Liébana, de 30 años, es la que ha convencido al músico. Ha recibido a cambio un ordenador cuyo precio supera los 1.000 euros.
El madrileño estudió Matemáticas y se doctoró en Estadística en Granada. Tras hacer la tesis, encontró hace unos meses un puesto como profesor sustituto en el departamento de Estadística de la Universidad de Oviedo. "Después de dejarlo todo en Madrid y haber hecho mi vida en Granada, tuve que mudarme a Oviedo. Siendo científico en España, uno no puede rechazar las pocas oportunidades que llegan", cuenta por teléfono.
Tal y como cuenta Álvarez Liébana en su tuit ganador, necesita un portátil nuevo para ejecutar simulaciones estadísticas sin tardar días enteros, como ocurre hasta ahora: "Me dedico a algo similar al big data y trabajo con un volumen alto de datos. En la Universidad de Oviedo no tengo acceso a un centro de computación, así que echamos mano de nuestros propios ordenadores, que a veces necesitan estar funcionando días enteros para esas simulaciones".
El madrileño sigue pagando a plazos el último ordenador que compró expresamente "para compensar los pocos recursos que el Ministerio dedica a universidades como la de Oviedo", comenta.
Además de apoyar a la precaria comunidad científica española, quizá a Rhodes también le haya conmovido que Álvarez Liébana contara en su tuit que ha empezado a aprender piano para seguir su ejemplo.
La primera vez que supo del británico fue al ver una entrevista suya en televisión, contando en su testimonio personal sobre ser víctima de abusos sexuales en su infancia y la resiliencia que encontró a través de la música.
"Luego empecé a seguirle en Twitter porque me hacían mucha gracia sus historias sobre cómo descubría la siesta y la merienda y cómo se iba adaptando a la cultura española", recuerda Álvarez Liébana. Aprender a tocar ese instrumento era para él "una cuenta pendiente" que el libro de Rhodes Toca el piano: Interpreta a Bach en seis semanas (2016) le animó a solventar. "Empecé a practicar con sus vídeos en redes sociales".
El músico ya se ha puesto en contacto por mensaje privado con el ganador de este particular sorteo, confirmando la compra del ordenador. "Hasta se ha preocupado en comprarme un adaptador USB", dice con risa nerviosa el matemático.