El brutal asesinato de la niña Fátima esta semana y de Ingrid Escamilla en días pasados han volcado en redes sociales los mensajes de indignación por la violencia machista y los feminicidios en México. Hashtags como #JusticiaParaTodas y #CosasQuePasanPorSerMujer evidenciaban el enojo y vulnerabilidad de las mujeres en el país.
Tras los asesinatos, diversas manifestaciones de grupos feministas han llegado al Palacio Nacional para reclamar al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador que se tomen medidas concretas para frenar los feminicidios. El mandatario destacó en su conferencia de prensa este martes que su administración está “atendiendo las causas” de esa violencia, pero no presentó una estrategia concreta para frenar la alta tasa de feminicidios.
El número de mujeres asesinadas va en aumento. María Salguero, la autora del mapa que documenta estos casos desde 2016, detalla que en 2019 se asesinaron a 3.825, un incremento de 6% respecto a 2018 y casi el doble de lo registrado hace tres años. “El presidente le está dando la espalda a las víctimas. El Estado no entiende las causas de la violencia que llevan a los feminicidios”, dice la geofísica a Verne, vía telefónica.
Los feminicidios de Fátima e Ingrid, destaca Salguero, muestran los procesos de impunidad en la investigación de estos asesinatos. “Los feminicidios son usados por los Gobiernos como un arma política” dice. “Dependiendo de la administración se borran de un plumazo varios feminicidios”, afirma la activista. En días pasados, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, propuso modificar la tipificación del delito de feminicidio. “El fiscal no comprende que es una situación muy grave y que se tienen que aplicar las recomendaciones de la Cedaw [de Naciones Unidas]”, comenta.
La investigadora destaca que hay patrones de violencia contra las mujeres en lugares donde se vive una lucha entre grupos del crimen organizado. “En Guanajuato, por ejemplo, las mujeres son vistas como un objeto de posesión y hay una gran saña al causarles la muerte, al torturarlas y violarlas”, indica.
El asesinato de mujeres es una de las consecuencias más visibles de la violencia machista, pero no la única. De acuerdo con el INEGI, más de la mitad de las mujeres mexicanas ha enfrentado alguna vez alguna situación violenta.
A raíz de las manifestaciones, miembros del Gobierno y de partidos políticos en México se han sumado a las críticas. “Los datos que se muestran en este mapa no sirven de nada sin el contexto de desigualdad en el que se viven”, dice Salguero. “Eso es lo que hace falta a las autoridades”, indica.
El mapa de feminicidios en México toma datos de las mujeres asesinadas y se puede leer en cada una de las cruces la información de la víctima y del presunto asesino cuando se cuenta con la información. los Estados con más mujeres asesinadas en 2019 son el Estado de México, Jalisco, Chihuahua y Baja California. Los feminicidios forman parte de una ola de violencia que no ha parado en los últimos años y que se traduce en 100 asesinatos al día.