Como es bien sabido, las palomitas y refrescos son una parte muy importante de los ingresos de los cines. De hecho y según un economista de la Universidad de Stanford, las entradas serían mucho más caras si los salas no pudieran contar con este 20% de ventas extra.
Con los museos pasa algo parecido: los ingresos de taquilla son importantes (sólo faltaría), pero si estas entradas mantienen sus precios y además se pueden ofrecer gratis algunos días al mes o a algunos grupos (escuelas, por ejemplo), es gracias a otros ingresos adicionales, como son la tienda de regalos y la cafetería. Además, claro, de las subvenciones.
Hemos recogido información del Museo del Prado, del Museo Reina Sofía, de la Museo de arte Thyssen-Bornemisza, del Museu Nacional d'Art de Catalunya y del Museu d'Art Contemporani de Barcelona sobre las fuentes de ingresos. En el caso del Prado y el Thyssen, las entradas suponen un porcentaje importante, pero está por debajo del 40% y del 30%, respectivamente. En el resto de museos, la cifra está en torno al 12%.
El peso de la restauración y de la tienda de regalos es significativo: en el caso del Thyssen está en torno a la mitad de lo que aportan las entradas, suponiendo algo más del 14% del total. En el resto de entidades la cifra es inferior, aunque sigue siendo significativa. El Macba no tiene cafetería y el porcentaje sólo incluye la tienda.
Esta fuente de ingresos suele funcionar por concesiones. Por ejemplo, el MNAC decidió dejar de gestionar directamente la tienda de regalos en 2012, lo que ha permitido que este negocio funcione de forma más eficiente, según nos explica el gerente de la entidad, Josep Maria Carreté: al ser llevado por una empresa del sector, se pueden negociar mejores acuerdos con los proveedores, además de cruzar parte del catálogo con librerías y tiendas de otros museos. Este cambio también ha permitido al museo incorporar a los cuatro trabajadores que se encargaban de la tienda a su equipo de marketing, con lo que cuenta con más personal para llevar a cabo más acciones de ventas.
En todo caso, queda claro que alguna de las mejores formas de contribuir con el arte es tomarse un café y un croissant en la cafetería o comprarse un punto de libro en la tienda de regalos. O hacer uso de la audioguía: en el caso del Prado, sumaron el 1,15% de los ingresos.
Por supuesto, la forma principal de financiación para la mayoría de museos son las subvenciones públicas. Las excepciones son el Prado, que ingresa algo más por entradas, y el Thyssen. Hay que recordar que la gestión del Thyssen es privada y que la del Guggenheim, que si nos ha facilitado estos datos, combina la gestión pública y privada.
Los patrocinios privados son una parte importante, pero minoritaria, de la financiación, aunque el Prado vuelve a destacar, así como el Guggenheim.
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