¿Tiene Airbnb un problema de racismo?

La etiqueta #AirbnbWhileBlack ha sido usada desde 2015 por algunos usuarios de Airnbnb para denunciar en redes sociales que se han sentido discriminados por el color de su piel. Esta plataforma de alquiler permite reservar apartamentos de particulares de todo el mundo a través de Internet. En los últimos meses, las quejas han sido cada vez más habituales en sitios como Twitter, pero desde esta semana también han llegado a los juzgados.

Gregory Selden, un estadounidense afroamericano de 25 años, ha interpuesto una demanda contra Airbnb este martes por ignorar la discriminación racial de sus anfitriones. Este usuario asegura que sus peticiones de alojamiento eran rechazadas si las realizaba con su perfil personal. En cambio, solicitudes para las mismas casas en las mismas fechas eran aceptadas cuando llegaban a través de perfiles falsos en los que aparentaba ser un hombre blanco.

Cuando se enfrentó con las pruebas recopiladas a uno de los anfitriones, éste le respondió: "Es decepcionante que gente como tú siempre se victimice basándose solo en el color de su piel". Airbnb mientras tanto ha ignorado su situación y la de muchos otros. Así lo ha asegurado Gregory Selden a CNN.

Tal y como queda registrado en la demanda, Selden busca "proteger los derechos civiles del demandante y de otros en similar situación, que han sido lesionados por los actos discriminatorios o prácticas cometidas por los anfitriones de Airbnb, representantes y trabajadores de cualquier tipo".

Protestas en redes sociales

Antes de la llegada de esta denuncia, las redes sociales han servido de desahogo para muchos usuarios. En ellas expresan sus dificultades para encontrar alojamiento en esta plataforma través de la etiqueta #AirbnbWhileBlack.

Los arrendadores de esta plataforma pueden examinar con anterioridad el perfil del usuario que solicita la reserva, para después aceptarla o no. Algunos ponen excusas y otros no dan explicaciones, pero muchos usuarios de raza negra denuncian comprobar que las casas solicitadas siguen libres para otros tras haber recibido ellos una respuesta negativa.

La etiqueta nació en julio de 2015, cuando la estadounidense Quirtina Crittenden compartió en Twitter cinco conversaciones mantenidas con anfitriones en las que recibía todo tipo de pretextos.

En una de ellas, solicitaba alojamiento para ella y dos amigas durante tres noches. El anfitrión rechazaba su petición alegando que la reserva debía hacerse por un periodo mínimo de una semana. Cuando ella preguntaba si él aceptaría la reserva al ampliar su estancia, no recibía respuesta.

A partir de ese momento, llegaron otras quejas acompañadas de la etiqueta, pero fue la historia del músico estadounidense STEFisDOPE la que se hizo viral unos meses más tarde, a pesar de no incluir el hashtag. "El sitio en el que estamos es genial, los vecinos piensan que estábamos robando y han llamado a la policía", decía en su mensaje. El rapero escribió una carta abierta para explicar que, aunque no tuvo problemas con nadie relacionado con Airbnb, los prejuicios siguen existiendo.

¿Cuál es la política contra la discriminación de Airbnb?

Airbnb incluye en su web un texto en contra de la discriminación, pero muchas de ellas son simples sugerencias y no una normativa. Estas son algunas de las frases que se pueden encontrar en su web:

- "Prohibimos cualquier contenido que fomente la discriminación, la intolerancia, el racismo, el odio, el acoso y la violencia contra cualquier individuo o grupo. Además, solicitamos a todos los usuarios que cumplan la normativa y legislación locales".

- "Muchos países prohíben la discriminación por motivos de raza, religión, nacionalidad, discapacidad, género, orientación sexual o edad y se aplican a cualquier establecimiento que ofrezca servicios de alojamiento a sus clientes".

- "Asimismo, la legislación que regula el alojamiento también prohíbe la discriminación en la venta o alquiler de dicho servicio por criterios de raza, origen étnico, religión, género, estado civil o discapacidad. Como anfitrión, te recomendamos que te familiarices con la legislación aplicable en tu caso y a tu alojamiento".

- "Si crees que un anuncio o cualquier usuario de la web incumple nuestra política sobre este tema, puedes informarnos sobre ello".

La respuesta de Airbnb

Pero las diferencias se establecen en doble sentido. Ante la ley de la oferta y la demanda, los anfitriones neoyorquinos de raza negra cobran en Airbnb un 12 por ciento menos por el mismo servicio, apuntaba a principios de 2014 un estudio realizado por Harvard titulado Discriminación digital.

"Reconocemos que el sesgo y la discriminación presentan retos significativos y estamos avanzando para abordarlos. Las fotos de perfil son una parte importante de nuestra comunidad y son una de las muchas herramientas que ayudan a los anfitriones e invitados a conectar entre ellos", ha declarado David King, responsable de diversidad de Airbnb en un comunicado, que publicó días antes de que llegara esta demanda.

King explica en el texto que ya han expulsado en otras ocasiones a anfitriones de Airbnb por discriminar a otros usuarios y recuerda que existe una herramienta, Reserva inmediata, que permite a los huéspedes realizar una reserva al instante sin tener que esperar a que el anfitrión la confirme. Lo cierto es que son los arrendadores los que eligen si esta función está disponible para aquellos que buscan alojamientos.

"La compañía se compromete a seguir trabajando en nuevas medidas para evitar que se produzca cualquier tipo de discriminación, alcanzando un mayor conocimiento de las reseñas o con el programa Unconcious Bias Training -talleres para que anfitriones eviten sus prejuicios, que ya se han impartido a 5.000 personas-", explican a Verne los responsables de comunicación de Airbnb en España, que asegura que un equipo de más de 250 personas de todo el mundo que hablan cerca de 20 idiomas velan por la seguridad de anfitriones y viajeros.

"Durante el año 2015, 35 millones de viajeros han utilizado la plataforma en todo el mundo, con solo 540 casos de reclamaciones de incidentes o daños en todo el mundo. Esta cifra representa una media de menos de 1 caso por cada 50.000 huéspedes o viajeros", apuntan sus portavoces. En ese año, lograron que 2,6 millones de huéspedes se alojaran en España, según sus propios datos.

A finales del 2015, un estudio de la Universidad de Harvard apuntaba que los anfitriones estadounidenses de Airbnb tienden al racismo. Los viajeros con nombres afroamericanos cuentan con un 16 por ciento de posibilidades menos de ser aceptados en sus peticiones de alojamiento, concluía el centro estadounidense.

Si un hotel se negara a realizar una reserva basándose en la religión, la raza o la opción sexual del cliente, se enfrentaría a una demanda por discriminación. En el caso de Airnbnb el vacío legal hace que el aceptar o no a un inquilino se convierta en una cuestión moral, al menos hasta que una sentencia judicial fije un precedente legal.

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