21 lúcidas y líricas palabras con la L

No seas lipendi y toma nota de estas letíficas palabras que acabarán con la laceria de tu vocabulario

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La L procede de la lambda griega y esta a su vez de la lámed fenicia, que tenía forma de cayado. En la escritura jeroglífica egipcia era un tigre (labo). Es la novena letra más frecuente en español: en un texto cualquiera, un 4,97% de las letras serán eles, aunque está al inicio del 2,83%, cayendo a la decimocuarta posición. Que no está nada mal, como se puede ver en estos 21 ejemplos:

Lábil. Que resbala o se desliza fácilmente. Frágil, caduco, débil. También, poco estable, poco firme en sus resoluciones. En química y dicho de un compuesto: Inestable, que se transforma fácilmente en otro.

La historia ha sido tan lábil como él, que ha sido todo lo que ha sido cuando el momento lo re quería. Y en una vieja veleta hay una frase que dice: "No cambio si no cambian". Los vientos.

Eduardo Haro Tecglen en EL PAÍS, sobre Octavio Paz, en un artículo de 1990.

Laceria. Miseria, pobreza. También, trabajo, fatiga, molestia. Viene de lacerar, que significa lastimar, golpear, magullar, herir.

Lacertoso. Musculoso, membrudo, fornido.

Lambucear. Lamer, por glotonería, un plato o una vasija.

Lampo. Resplandor o brillo pronto y fugaz, como el del relámpago.

Lavajo. Charca de agua llovediza que rara vez se seca.

En el trayecto hasta Pozoblanco dos cosas me llamaron la atención: un extraño cartel que decía algo así como "Los Pedroches, comarca deprimida", suscrito por unas siglas que fui incapaz de descifrar, y la mirada enloquecida y deshauciada de un solitario perro de majada que con el pelo hirsuto recibía el último sol del día -quizá el último de su vida- tumbado en un casi seco lavajo formado por la tormenta de tres días atrás.

Juan Benet en EL PAÍS, en 1985.

Lazareto. Establecimiento sanitario para aislar a los infectados o sospechosos de enfermedades contagiosas. También, hospital de leprosos.

El lazareto (que toma su nombre de la orden religiosa de San Lázaro, que se ocupaba de cuidar a los leprosos) era el lugar donde los barcos que venían del Mediterráneo y de Oriente descargaban, antes de arribar, a cualquiera con los síntomas de la peste bubónica.

Escribía Luis Miguel Ariza en un reportaje sobre vampiros.

Lecanomancia. Adivinación por el sonido que hacen las piedras preciosas u otros objetos al caer en una jofaina.

Lemniscata. Curva plana de forma semejante a un 8. Como el símbolo de infinito.

Lendel. Huella que en forma de circunferencia deja en el suelo la caballería que saca agua de una noria o da movimiento a otra máquina semejante.

Leptorrino. Que tiene la nariz larga y delgada. Y, dicho de un animal: Que tiene el pico o el hocico delgado y muy saliente.

Letífico, ca. Que alegra.

Licnobio, bia. Dicho de una persona: Que vive con luz artificial, haciendo de la noche día.

Limen. Umbral (pieza inferior o escalón de una puerta o entrada). Y, también, paso primero o entrada al conocimiento de una materia.

Lipendi. Tonto, bobo.

Otros papeles, un lacayo, un viejo prestamista, un marqués tronado y de filfa, que resultaba ser lipendi de marca mayor, fueron repartidos entre diferentes chicos de la tertulia.

Benito Pérez Galdós en Miau.

Liróforo, ra. Poeta.

Padre y maestro mágico, liróforo celeste

que al instrumento olímpico y a la siringa agreste

diste tu acento encantador;

Rubén Darío en su Responso a Verlaine.

Lobisón. Hombre lobo.

Lucífugo, ga. Que huye de la luz. Ave lucífuga.

Se diría que huye de la brillantez con la misma violencia con la que otros se colocan bajo los focos. Tenemos la tentación de atribuir este instinto lucífugo al componente sindical que, vía paterna, corre por sus venas.

Juan José Millás en EL PAÍS, en 2001.

Ludibrio. Escarnio, desprecio, mofa.

No hemos superado a los clásicos, sociológicamente, y sólo el lenguaje nos separa de ellos. Son clásicos por eso, porque acertaron con el ludibrio del manubrio del bodrio de la vida española, de una vez para siempre.

Francisco Umbral en EL PAÍS, en 1986.

Lumen. Unidad de flujo luminoso del sistema internacional, que equivale al flujo luminoso emitido por una fuente puntual uniforme situada en el vértice de un ángulo sólido de 1 estereorradián y cuya intensidad es 1 candela.

Lúnula. Espacio blanquecino semilunar de la raíz de las uñas.

Examen sorpresa: la K

*Texto redactado por Jaime Rubio con aportaciones de Mari Luz Peinado, Héctor Llanos, Gloria Pina, María Sánchez, Pablo Cantó, Anabel Bueno y Lucía González.

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