Cambiar a un bebé fuera de casa no siempre es fácil por la escasez de cambiadores en los baños de edificios públicos. Siendo padre, más todavía: la mayoría de estos dispositivos se encuentran en los baños de mujeres, como si la limpieza del niño fuera una labor exclusiva del sexo femenino. En Madrid ya es un poco más sencillo: el Ayuntamiento ha instalado cambiadores en los centros municipales gestionados por Cultura y Deportes.
La instalación de estos aparatos –48 en total– comenzó a principios de año y ha finalizado este mes de abril. "Faltan pequeños detalles, como instalar cartelería y señalización, pero ya están colocados todos los cambiadores", explica por teléfono a Verne Raúl Valera, promotor de la iniciativa y director de Seguridad de Madrid Destino, empresa municipal dedicada a la gestión de espacios culturales, turísticos y de ocio.
Algunos de los edificios que cuentan con uno o más de estos cambiadores son el Palacio Municipal de Congresos, Madrid Arena, la Cineteca, Matadero, Conde Duque, Faro de Moncloa, la Caja Mágica, el Teatro Español o el Fernán Gómez. No todos están en los baños de hombres: en algunos de estos edificios han sido colocados en baños para personas con diversidad funcional. "Son unisex, así que en esos casos pueden utilizarlos tanto hombres como mujeres", explica Valera.
Valera cuenta que encargó el estudio para la instalación de los cambiadores –uno accesible tanto para hombres como para mujeres por planta, como mínimo– en los edificios municipales después de que, en una feria, encontrara a un padre cambiando a su hijo en las escaleras. "Hasta entonces, no había caído nunca en la ausencia de cambiadores en nuestras instalaciones", dice. Muchos de estos edificios tampoco disponían de cambiador en el baño de mujeres.
En España no existe una normativa que obligue a colocar los cambiadores en lugares unisex, por lo que la decisión de dónde ubicarlos recae únicamente en el propietario del edificio. En Estados Unidos ocurría lo mismo hasta el pasado año, cuando entró en vigor la conocida como Ley Babies. Esta obliga a colocar cambiadores en todos los edificios públicos tanto en el baño de mujeres como el de hombres.
David Cicilline, el congresista republicano que promovió la iniciativa, explicaba en su web que la falta de instalaciones adecuadas para bebés obligaba a muchos padres a cambiar a sus hijos en el suelo del baño o junto al lavabo. "Ningún padre o madre debería tener que preocuparse por encontrar un lugar seguro e higiénico", explicaba en un comunicado. "Es una propuesta de sentido común que hace a los edificios gubernamentales más acogedores para las familias y ayuda a promover la salud pública".
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